Capítulo 8

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-¿Por qué lo ayuda? -preguntó Chaz

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-¿Por qué lo ayuda? -preguntó Chaz. Le pareció curioso el hecho de que Silver se portara amable con el chico que lo había puesto en la posición que se encontraba.

-Silver, no lastimaría a nadie. No por gusto -respondió Nolan. Su mirada llena de una increíble felicidad. Silver podía parecer fiero y a veces hasta duro, pero su corazón era noble, y eso le hacía feliz, estar con una persona en la que podía confiar su ser completamente y saber que jamás lo lastimaría.

Un silencio ensordecedor se apoderó de pronto de la sala de combate.

A Nolan le tomó solo una milésima de segundos para pasar de un estado de completa tranquilidad a ver todo de rojo. Una rabia que jamás había sentido se apoderó de él, como fuego que quemaba cada parte de su cuerpo.

Adainer había tomado a Silver, besándolo. Solo le bastó ver a Silver rechazar el toque, alejándolo de sí mismo.

Chaz y los demás cambiaron su atención a Nolan, solo para verlo abalanzarse hacia adelante en dirección a Adainer.

-¡Nolan, no! -Fue todo lo que alcanzó a gritar Chaz. Lanzándose a correr en la misma dirección en un intento de frenar a Nolan.

Pudo ver claramente las garras de Nolan y sus ojos brillando, fulgurando de un marrón encendido, un cambio de color que Chaz nunca había visto en su amigo.

A Nolan solo le bastaron un par de segundos para abalanzarse contra Adainer, quien lo esperaba con los brazos abiertos.

Nolan le propinó el primer golpe con tal fuerza que lo lanzó a un par de metros de distancia. Frenándose, pero su mirada fija en Adainer.

Mientras que Chaz se detuvo en seco, mirando confundido todo lo que estaba ocurriendo.

Silver se quedó de pie, mirando la escena, todo había pasado tan rápido que no había tenido chance de reaccionar, solo sintió los labios secos de Adainer en su boca, lo empujó lejos y al segundo siguiente Nolan estaba golpeando al provocador.

-¡Nolan! -susurró de forma casi inaudible. Una expresión de asombro llenaba su rostro. No había visto a Nolan en ese estado nunca, su mirada era oscura y fría. De pronto una sensación de rabia y deseo lo inundaron. Celos. Nolan estaba celoso.

Nolan sacudió su cabeza en dirección a Silver al escucharlo susurrar su nombre, sus oídos podían captar perfectamente su voz por muy baja que hubiera sido por encima de cualquiera en ese momento. Pero estaba completamente dominado por el deseo de acabar con quien había tocado a su pareja.

Silver no daba cabida a lo que estaba presenciando. Nolan tenía garras en sus manos, un par de colmillos creciendo en su boca y el marrón brillante de sus ojos relucía con una intensidad que no había visto.

Todos en la habitación tenían expresiones de asombro, nunca había sucedido una situación como esa y nadie sabía cómo reaccionar.

El sonido de la risa nerviosa de Adainer, hizo que Nolan retomara su atención en él. Lanzando un gruñido gutural se abalanzó directamente sobre el chico que seguía en el suelo.

Terminum Mentis: MUTATIO (En Publicación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora