3. Sorpresas.

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Sung D.

Creo y quiero pensar que no hablé tan literal justo hace unos días atrás con eso de "las sorpresas de este año lectivo". Malditas sorpresas.

La semana se había pasado rápido, conviviendo y siendo la reina de la institución al lado de Sook, nada podía ir mejor. Los inicios de clases siempre son así de placenteros, tranquilos y divertidos, por lo que no me extraña los giros inesperados que dan la vida.

Las cosas en mi casa dan prácticamente igual, mis padres simplemente me pasan un poco de largo, por mí bien. Y, por último, un rumor había empezado a circular: El supuesto nuevo alumno que había salido en las noticias tiempo atrás debido a una demanda por asesinato. Vaya cosa, aunque era imposible saberlo porque bueno, a inicio de clases llegan chicos nuevos cada día, podría ser cualquiera.

A la hora de almuerzo de cualquier otro día, algunos chicos del equipo de baloncesto, Sook, otras chicas y yo nos sentamos en nuestra clásica mesa. Anda es novia de Mingyu, aunque no me llevo especialmente bien con ella.

Hoy, en cuanto logro sentarme con mi almuerzo, soy movida de un empujón en mi hombro que termina por botar toda mi comida al suelo. Gruño por lo bajo, levantándome de golpe para encarar a quien me haya empujado y, para mi horrible sorpresa, Jimin responde teniendo su clásica sonrisa.

–Lo lamento guapa, hay cosas más interesantes allá afuera.

–Tú trasero definitivamente no –me burlo, sin embargo, aparto la vista disgustada cuando el idiota menea el trasero en mi dirección.

Y en cuanto se va, ruedo los ojos. Supongo que jamás lograré quitármelo de encima, maldito enano.

–¿A qué se refería Park? –pregunta Minho, uno de los chicos del equipo, a lo que levanto los hombros, a punto de volver a la barra por algún almuerzo nuevo–. ¿No planeas ir, Damhee?

En el patio trasero, camino que lleva a aulas más alejadas, se escuchan gritos de aliento, tan fuertes que la mirada de las cocineras se ha desviado levemente y estudiantes a falta de adrenalina en sus venas corren a ver el alboroto.

–Obviamente iré.

Mi popularidad, la razón de que todo un grupo de chicos me siguiera en dirección a una pelea no era ni es lo que me hace orgullosa, no es algo que me importe, sin embargo, es de ayuda una vez que se tiene cierta reputación y así, no se acaba como el chico de cabellera rubia frente a mí.

Chankyun y Dean, obviamente tenían que ser causantes de esto. Al abrirme paso entre la multitud, mi vista se centra en una cabellera rubia, el chico al que pertenece se apoya sobre sus rodillas y manos aun en el suelo, su respiración fuerte y agitada se nota por la hinchazón en su espalda cada ciertos segundo. Pero al levantar la vista, su rostro estaba intacto. Supuse que no habían llegado ahí cuando noto a Dean observando su zapato con detenimiento.

Y siendo sincera, me habría ido justo en estos instantes de no ser que aquel rostro se me hizo conocido. Extrañada, entro al centro de juego con mis manos en alto, haciendo que ambos brabucones las choquen a modo de saludo.

–Supongo que no aceptó la prueba de bienvenida –resuelvo, recibiendo una risa y asentimiento de Dean–, ni siquiera debe saber correr, déjenlo, chicos.

Oh, grandiosa prueba de bienvenida, has de dejado tantos heridos. Sigo pensando que es una estupidez, pero, ¿quién soy yo para discutir aquello? Estos dos interceptan a alguno de los nuevos, le ofrecen hacer la prueba y si la pasa, no lo lastiman, si la pierde va castigo. Los que se niegan acaban como este chico.

Por lo que escuché ya habían interceptado a otros dos chicos nuevos, ambos ganaron la dichosa prueba por lo que no hubo escandalo.

–¿Estas de su lado, linda? Sabes que nunca los dejamos irse sin algo en la cara –la sonrisa de Chankyun es casi aterradora, pero me mantengo firme al notar a alguien detrás de ellos, alguien con traje y adulto.

"Melodías Entre Letras" || Min Yoongi || De: EveAndElyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora