6. Boina de la confianza.

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Sung D.

–Pero... ¿Volverás?

–Mis padres insisten que Seúl ya no es un buen lugar, no por el momento –susurró para mí, él había notado la tristeza del ambiente–. Volveré, no sé cuándo, pero ten por seguro que aún me queda mucho pendiente aquí.

Intenté, en serio traté no derrumbarme, pero Tae me conocía bien. Sus brazos me envolvieron al tiempo que intenté no mostrar lágrimas. Lo abracé de vuelta, temiendo que el único primo al cual he querido se separe de mí para siempre, todo por culpa de nuestras madres.

–Ya debemos irnos. Te extrañaré, no te metas en problemas, hormiga.

Lo había visto montarse a su auto con sus padres en los asientos delanteros, mi mano se movió con rapidez al despedirme y la preocupación de mi llegada tarde a casa era mínima. Estaba totalmente consciente de que, si mis padres llegaban a saber que estuve con ellos, me iría terriblemente mal.

–Solo no vengas con muchos problemas, TaeTae, cuídate.

(...)

De niña, mi inspiración para escribir era Taehyung. Sonará especialmente raro al saber que somos parientes cercanos, pero tiene una razón. Tae es mayor que yo, por lo que solía llevarme con él al centro comercial, a la terraza, ahí nos sentábamos con nuestras cosas uno frente al otro. Él con una cámara de fotos y a veces una libreta de dibujos, y yo con mi cuaderno de escritura, Tae no salía sin una boina, una bufanda o una larga gabardina que llegaba a estorbar en su caminar.

Como fuera, el aura tranquila, ajeno, quizás hasta antiguo del pequeño Tae me inspiraba para historias diferentes, anécdotas fantasiosas con un chico diferente al resto y esas cosas de niños.

–Fuiste quien me impulsó a escribir, joder –susurro para mí, ansiosa en mi lugar.

Deseo tenerlo cerca de mi nuevamente, es por esto que mis nervios aumentan sabiendo que el chico de la larga gabardina está de vuelta.

Reboto mi pie contra el concreto inquietamente, esto pasa rápidamente a ser una caminata de un lado a otro por la estación de trenes. He ocultado a mi familia y amigos la razón de mi falta a clases, ellos no deben saber de Tae por ahora.

No puedo seguir esperando, no entiendo si quiera la razón de todo esto, pero es Tae, lo ayudaré a toda costa aun cuando puede que me esté metiendo en el mundo del narcotráfico por culpa de Kim.

Haciendo memoria, Tae nunca mencionaba cosas muy íntimas, lo mismo fue con su partida, sin detalles y dejándome a la deriva. Aun así, nunca hizo falta decir nuestros temores o aficiones porque el otro rápidamente lo adivinara.

Mi respiración se detiene en cuanto el tren próximo a la parada tiene a un Tae sonriente pegado a la ventana. ¡La boina! Su cabeza tiene la boina azul que una vez le regalé y no la pierdo de vista hasta que el chico esta frente a mí tras haber empujado a personas sin cuidado alguno. La maldita boina es mi seña para confiar que Tae estaría aquí.  

–Te debo millones de wons, Damhee.

Suelto un grito, eufórica. El chico sonríe con aquel tono grave, para rodearme en sus brazos con la misma emoción que yo a él. Aun pegada al chico, veo a mucha gente vernos con extrañez.

Al separarnos, su sonrisa melancólica va a acompañada de unos ojos tristes, es diferente en él, quizás sea "la madurez", pero Tae nunca había mostrado melancolía en su rostro. El chico insiste en irnos caminando para él poder ver la ciudad.

Espero que no haya ningún profesor por Seúl, de lo contrario podría llevarme otra sanción. De repente, por el rabillo del ojo, noto la maleta de rueditas que jala Tae consigo.

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⏰ Última actualización: Jun 25, 2021 ⏰

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"Melodías Entre Letras" || Min Yoongi || De: EveAndElyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora