Prólogo

329 12 6
                                    

A Izuku le hubiera gustado que al menos una persona a parte de su familia lo apoyara. De su madre lo esperaba, y aún si no lo hacía, él la seguía amando.

Pero a pesar de todo lo que hizo antes de ese día, cuando lo diagnosticaron quirkless, sin particularidad, sin don... Todo cambió tan rápido...

No había nadie cercano a su vida a parte de su madre. Solo recibía golpes, insultos, e incluso usaban quirks contra él.

Nunca le dijeron algo bueno siquiera, ni los maestros del jardín lo apoyaban... Ni ningún otro...

Conforme fue creciendo, entendió lo injusta que era la vida.

Nuevos compañeros, nuevas escuelas, nuevos maestros, nuevos conocidos... Pero todos lo maltrataban... Solo con saber que era Quirkless.

No importaba si era el más estudioso, el mejor calificado o algo así, a nadie le importaba, solo adoraban al que tenía gran poder... Pero no se iba a dejar llevar por la tal "venganza".

Su "amigo", "Kacchan", era el que más lo lastimaba. Sin importar su dolor sin importar cuanto suplicara, sin importar cuanto escapara, siempre tenía una forma de dañarlo.

¿Escapar? Tenía a sus "secuaces".
¿Pelear? Nunca lo intentó, pero sabía que tan débil era, y enfrentarlo solo significaban más golpes para él.
¿Suplicar? Más golpes para que se callara.
¿Llorar? Solo hacía que "Kacchan" disfrutará golpearlo más.

Su madre era su única figura de confianza, ya que su padre había muerto un año después de que él naciera, tratando de defenderlos, y aunque si pudo hacerlo, murió a causa de sus heridas internas.

Disfrutaba cada momento con ella, sin importar qué tan simple era o si solo era una palabra para ir a comer, él disfrutaba de todo el tiempo con ella sin dudarlo.

Era su "fuente de luz", y lo que lo protegía de "caer" en la "oscuridad". Le debía todo a su madre.

Mientras pasaban los años su aspecto cambiaba lentamente, pero de una manera drástica.

Su cabello seguía del mismo verde, pero parecía que era oscuro, aún sin suciedad o tinte, seguía viéndose de esa manera oscura por algún motivo, aunque no intentó arreglarlo.

Tenía ojeras por dormir demasiado tarde debido al insomnio común en él, además de levantarse demasiado temprano sin razón. Aunque algunos días dormía demasiado, cómo 12 horas algunas veces.

No comía casi nada o comía demasiado, esto causaba que su sistema digestivo a penas pueda digerir comida, por lo que no comía nada y ya estaba lleno, o quería seguir y le dolía el estómago. Cómo concecuente era demasiado flaco, ya que no solo no comía, sino que no hacía ejercicio, y que bien que no lo hacía, o se vería peor.

Sus ojos ya no reflejaban vida frente a las personas, solo frente a su madre para no preocuparla, y darle una sonrisa siempre que estaba con ella.

Aunque a pesar de su aspecto débil, de un golpe podía dejar desmayado a alguien, al menos alguien que sea débil y que igualmente lo amenazaba.

Ya no era aquél chico que recibía golpes, ahora él daba los golpes, aunque sea para defenderse. Era veloz gracias a su pérdida de peso, pero también hacía que no corriera mucho al no tener musculatura, al menos no mucha.

Le dificultaba el concentrarse, ya sea por sus compañeros o aunque escuchara totalmente bien, siempre se le dificultaba de alguna manera.

Pero a pesar de todo nunca dejó de sonreír, incluso si estaba con quemaduras y moretones en el cuerpo, su sonrisa seguía ahí, débil, pero seguía.

¿Y cómo nadie notaba sus heridas? Pues nunca salía de la escuela con heridas físicas, ya que alguien con quirk de sanación lo curaba antes de salir para que nadie sospeche. Igualmente nadie le hablaba, por lo que nadie sabía de sus problemas psicológicos.

Unos héroes recientes lo llamaban algunas veces por verse como un "villano", e incluso lo llevaban a su casa para ver si decía la verdad o mentía, aunque obviamente decía la verdad al decir que no lo era.

Claro que Inko se seguía preocupando por él, a pesar de todo no quería dejarlo, él era su pequeño, quién siempre cuidaría y amaría, aún si tenía que dar su vida. Era su deber cómo madre el proteger siempre a su hijo, sin importar el riesgo, el dolor o cualquier otra cosa que valla a lastimarla, si era por su hijo eso no le importaba.

Ahora Izuku estaba más agradecido con su madre, lo acompañaba a la escuela y a comprar, nunca salía uno sin el otro, y aunque para muchos podría ser "vergonzoso", para el Midoriya era lo mejor el tenerla siempre a su lado, y era la mejor que desearía. Aunque eso no evitará el cómo lo trataban en su secundaria, no importaba mientras su madre esté viva.

Aunque su felicidad no duró mucho...

Eh de decir que a veces los regañaban por el simple hecho de que el menor era Quirkless, y que no podían estar con tanta gente con "el adefesio". Eso sí, tomaban sus precauciones y los llevaban a un callejón para decirlo, y si tenían la "suerte" de encontrar a villanos menores, el héroe los dejaba ahí tirados para que los maten.

Esto no le importaba mucho, pero cada uno se sacrificaba un poco por el otro, ahora, a Inko solo le quedaba un brazo, el cual usaba para tomar la mano de su hijo, estando en ese hospital a punto de morir.

Su hijo, a pesar de su aspecto sin emociones, estaba llorando y tomando la mano de su madre cómo si fuera lo único que le importaba, cosa que así era.

- Izuku, no te preocupes, todo estará bien - dijo Inko, sabía que iba a morir, pero por lo menos trataba de alegrar un poco a su hijo

- No, solo estará bien si tú estás conmigo - sniff - por favor no mueras mamá - el menor sabía cómo iba a acabar todo, había estudiado por algo, pero aunque lo supiera, no quería haceptar nada de esto, solo era un mal sueño ¿Verdad?

- Por favor... Prométeme que sin importar lo que pase... Tendrás siempre una sonrisa - a duras penas podía mover su mano, pero aguantaba el dolor para tomar con delicadeza la mejilla de su hijo

- sniff - L-Lo prometo - fueron las últimas palabras que le pudo decir a su madre antes de que finalmente se le acabarán las fuerzas y muriera con una sonrisa

Ni siquiera lo dejaron ir al funeral de su madre, incluso si no había nadie ahí... Un segundo ¿Hubo funeral? ¿Quién estuvo ahí?

¿Por qué sigo con esta sonrisa?...

¿Quién soy yo?...

... ¿Por qué no recuerdo?...

-----------------------------------------------
Espero les vaya gustando la historia, es mi primera historia.

Les daré opciones desde ahora, y les advierto que toda opción tiene consecuencia sobre la otra.

A- Ir a los barrios bajos

B- Ir a las cloacas

Izuku suicidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora