Capítulo 3 (¿Gritar? ¿Curar?)

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Estaba en las cloacas, llorando por el dolor, tomando su pierna con sus manos de alguna manera posible, con la herida interna del hueso roto en su pierna no ayudando en nada.

¿Por qué estaba lastimado? ¿Se había lastimado solo? ¿Por qué se había lastimado? ¡¿Por qué dolía tanto?!... ¡¿Por qué estaba lastimado?! ¡¿Dónde estaba?!

La pregunta se la hacía cada que olvidaba, lo que pasaba demasiado seguido, para dolor de Izuku, ya que no se enteraba de nada, y repentinamente estaba sosteniendo su pierna con un hueso roto y en un lugar donde seguramente no pasaría nadie.

Antes de olvidarse por completo de algo, comenzó a gritar, por lo menos una ayuda, aunque sea de lo menos esperado, esperaba lo que sea... ¡¿Por qué estaba lastimado?! ¡¿Dónde estaba?!

Las constantes voces en su cabeza y el instinto de que no valía nada el gastar su voz lo continuaban confundiendo y mandando a la "oscuridad" de su cabeza sobre si "liberarse" o no.

Casi no sentía el dolor en su pierna... Sino en todo su cuerpo...

Las neuronas del adolescente funcionaban peor aún, haciendo que el mínimo dolor lo sienta todo el cuerpo, cómo si no tuviera suficiente mala suerte, y los momentos olvidados no funcionaban en nada.

Poco a poco se volvía más loco, pero en un último intento gritó con todas sus fuerzas, mientras que su seca garganta y cuerdas vocales débiles terminaba el trabajo, dejando su voz en una forma débil, casi no pudiendo hablar.

En otro lugar (5 minutos antes del grito):

Estaba una chica con ojos carentes de brillo, hablando sola mientras estaba caminando hacia la tienda. Las personas que la rodeaban pensaban que era parte del quirk de la niña, por lo que no tomaron importancia a sus constantes dudas y respuestas hacia la nada, ya que seguramente no era nada malo.

Esto en realidad causaba el dolor en esa persona, su familia la trataba como una loca gracias a su trastorno, y las personas que se encontraba por la calle ni le hablaban.

Sus acompañantes de por vida solo estaban ahí para molestarla o alegrarla, pero solo cuando les convenía a ellas.

Tenía que hacerlo todo por su cuenta desde que su trastorno comenzó.

Su familia entera de por sí eran todos quirkless, lo que significaba que eran apartados de la sociedad al momento de descubrir que no tenían dones, y a pesar de sus repetitivas enfermedades, nunca dejaban a ninguno atrás... Al menos a ninguno antes que ella...

Se valía por sí misma y sus "acompañantes".

No sabía si alguna había tomado su lugar en algún momento, pero ya había olvidado que iba a hacer, aunque no le importaba mucho, desde que olvidó eso solo quiso tranquilizarse y relajarse un poco.

Una de sus personalidades viendo aburrido esto, decidió tomar el control para luego correr sin rumbo hacia adelante, si se perdía mejor, le encantaba ver a las personas frustrarse, en especial si era su propia "compañera de cuerpo".

Nunca pensaba en las consecuencias de nada de lo que hacía, solo reía imaginando las expresiones de las personas a las que molestaba sin cesar.

Para los demás solo era una persona feliz de la vida corriendo por ahí cómo persona normal, pero para ella significaba el comienzo de un gran problema que la alegraría sin dudas, ya necesitaba algo con que reír.

La que se la pasaba en el cuerpo casi nunca salía de casa, por lo que ella, aprovechando, la llevó lejos de su hogar, a donde nunca habían estado, y la dejó otra vez tener el control de su cuerpo.

Izuku suicidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora