Our Shadows

El comienzo de todo...

Capítulo 1:

Esta es la historia de un pequeño pueblo llamado Yandeltown y todas las cosas que suceden en el que harán enloquecer a sus habitantes. Desde fuera es parecido a lo que se llamaía un pueblo habitual, como el resto, pero sí te adentras podrás ver sus profundas sombras y oscuridades.

Para ser sincera está no es la típica novela con amores y desamores, equipo de fútbol americano y animadoras, (aunque también sorprendentemente) sino que la verdad es una mezcla de eso y de un poco de asesinatos y quien sabe, hasta magia, porque qué sería de la vida sin adrenalina.

Bueno estaría bien empezar por el último sábado del verano cuando todos en Yandeltown pudieron ver solo la mísera primera capa de la oscuridad que en realidad los consumía, allí había varias familias influyentes, una en específico, de las que más poder tenían: los Wilson. Eran conocidos por ser muy superficiales y por tener conflictos con casi todo el pueblo, aunque ellos eran los que patrocinaban la mayoría de los eventos, y por ende, los más populares.

Como ya se ha dicho era sábado, para ser exactos, 20 de septiembre, y todos los ciudadanos se sorprendieron cuando supieron que, la hija menor de los Wilson había desaparecido sin dejar rastro, nadie supo cómo, cuándo, porque ni siquiera cuándo, solo sabían que eso afectaría en gran parte a la familia y por consiguiente a todo el pueblo ("ya la encontraremos, tarde o temprano" se dijeron algunos, pero no tenían ni la mas mínima idea de lo que le había pasado a su hija o de lo que se les venía encima).

Abby Wilson era bastante alta para su edad, con cabellos plateados tirando a blancos y destellos rubios , tenía unos increíbles ojos grises en los que uno se perdía y era increíblemente amable y dulce, a diferencia del resto de los miembros de su familia. Tenía 16 años cuando desapareció. 

Al principio todos pensaron dos cosas: la primera era que o bien ella había huido de Yandeltown por problemas personales ( tenía suficientes entre los cuales decidirse, los cuales se descubrirán demasiado tarde y harán sentirse frustrada a la gente de Yandeltown) y la segunda era que a lo mejor también habría asesinos entre los humildes habitantes de ese pueblo (esta idea no les entusiasmaba mucho que digamos).