Especial 3

620 85 0
                                    

                   Por favor, papá

La casa estaba en silencio. Aunque era el medio día, casi todo el mundo estaba fuera. Mew, Gulf y los gemelos estaban haciendo la compra semanal. Dios sabe cómo se las arreglaban con ambos niños, pero ellos siempre parecían volver nada peor que desgastados. Saint y Zee habían decidido llevar a Valentina en un picnic en el parque infantil, y Bright estaba en el trabajo tratando de limpiar su agenda antes de tomarse algo de tiempo libre, lo que dejó a Win en casa con Singto, Krist, y Samy.

Win y Samy estaban actualmente en la sala de estar viendo dibujos animados mientras que Samy coloreaba en uno de sus muchos libros. Mientras Krist y Singto en la cocina organizando el almuerzo para ellos cuatro.

Singto se acercó por detrás de su compañero, envolvió sus brazos
alrededor de su cintura y lo atrajo hacia él. —Hmm, —Singto murmuró bajo en su garganta cuando el delicioso aroma, seductor de su compañero lo rodeó.

Besó la parte posterior del cuello de Krist antes de raspar suavemente sus dientes sobre la marca de apareamiento que había dejado allí hace dos años. Krist se estremeció en sus brazos y arqueó su cuello, en silencio pidiéndole a Singto por más. Singto sonrió ante la manera que Krist reaccionaba a él. Nunca tendría bastante, sin importar el tiempo que habían estado juntos.

—Singto, —dijo Krist sin aliento y empujó hacia atrás contra el cuerpo de Singto. Dejó todo lo que había estado haciendo y entrelazó sus dedos con los de Singto mientras este sostenía a Krist estrechamente.

—Quieres otra vez, cariño, —dijo Singto a través de su enlace. Krits gimió y Singto frotó su dura polla contra su culo.

—¿Cómo puedes estar tan caliente? Me tuviste ya dos veces esta mañana, —dijo Krist con una risita. No le impidió frotar su culo contra la polla dura como roca de Singto, sin embargo.

Los recuerdos de tener a su compañero, primero en su cama, y luego otra vez contra la pared en la ducha tenían a Singto jadeando y casi listo para correrse en sus vaqueros.

Un ruido de la entrada tenía a ambos mirando hacia arriba a tiempo para ver el estómago de Win emerger a través de la puerta lo que parecían ser minutos antes de que el hombre entrara.

Sintió que Krist se tensaba ligeramente en sus brazos. Singto sabía lo mucho que a su compañero le dolía cada vez que veía a Win, pero lo escondía bien, sólo Singto conocía su dolor. Singto frotó suavemente sobre el estómago de Krist.

—Va a sucedernos, sólo tenemos que darle más tiempo—, trató de tranquilizar a su compañero. Singto sintió el amor que Krist le enviaba de vuelta y rezó en silencio que él y Krist consiguieran su deseo.

Singto sentía un poco de lástima por su cuñado. El tipo era del tamaño de una casa. Singto no podía recordar a Saint o Gulf siendo tan grandes, y Gulf había estado embarazado de gemelos. Le habían asegurado que Win sólo llevaba uno, pero era uno grande.

Todos habían especulado, preguntándose si el hecho de que Bright era un alfa tenía algo que ver con Win estando tan grande. Bright se estaba volviendo loco esperando a su hijo o hija por nacer. A pesar de que Bright era su hermano y que lo había conocido toda su vida, Singto no podía alguna vez recordar a Bright actuando como lo había estado antes. Viendo al gran, duro, fuerte Alfa derretirse en un charco de baba al ver a su compañero era algo digno de ver.

Win levantó la vista hacia ellos con un brillo en sus ojos. —Perdón por la interrupción, chicos. Pero creo que te necesitan en la sala de estar.

La sonrisa conocedora que iluminó sus facciones le dijo a Singto que él sabía exactamente lo que había interrumpido y no estaba ni un poco arrepentido.

Un San Valentín Muy Suppasit ( Libro 6)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora