Prólogo

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El amor llega cuando le da la gana de aparecerse: en un ascensor, un autobús, en las escaleras de una escuela, el vecindario, un funeral..., cuando se le antoja. Y en ocasiones el niño de la loca sonrisa lanza sus flechas de dos en dos, entrelazando corazones de manera inexplicable, creando vínculos que permanecen para toda la vida. Mas, otras veces, lanzando esas flechas al azar, se producen accidentes: unas impactan contra corazones de seda y otras se quiebran ante la frialdad del pavimento.

Es difícil hablar del amor, sobre todo cuando no se ha amado con tanta intensidad como se escucha en las películas, cuando no se conoce el dolor de un corazón roto. Sin embargo, aunque hay lecciones que solo se aprenden a fuerza de cometer errores, a veces también se puede aprender de los aciertos y fracasos de los demás. ¿Te rompieron el corazón? ¿Le rompiste tú el corazón a alguien? Pues, estos relatos tal vez te parezcan familiares.

Amores a medias, cuando la balanza se inclina hacia un solo lado. Algunas son historias reales, mientras que otras son más bien la invención de noches de desvelo y tardes frente al mar. Personas que quisieron y no fueron correspondidas, buscando la llave del olvido. Relatos para reflexionar o quizás solo para llamar estúpidos a los protagonistas y criticar a la autora. Tú eres el lector, tú decides...

Desequilibrio: Amores incompletosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora