05 | ¡Pequeño angel!

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Solo faltaba un día para que la tan esperada Navidad llegara.

Sunoo se había dejado caer sobre el sofá con una tableta de chocolate de tamaño familiar, dispuesto a ponerse al día con todo lo que tuviera que ver con aquella celebración.

Solo había un pequeño problema, una bola de pelos negros no lo dejaba de mirar intensamente. Tenía las piernas largas, orejas puntiagudas, una cola. Sabía que estaba vivo, porque se movía, la piel de aquel extraño ser era de color negro, sedoso y suave, sus ojos eran un profundo color esmerando.

El menor se sintió atacado. El animal abrió los ojos con cautela, parpadeando con rapidez ante los colores intensos, el más asombroso era el de los profundos ojos castaños que lo miraban con horror desde el sofá. Abrió la boca para preguntarle si estaba bien, pero todo lo que salió fue uno de sus maullidos naturales.

—¡Alejate! ¡Aaack!

De repente, asustado, el gato, dio un paso hacia Sunoo, solo para retroceder y bufar cuando el pequeño extraterrestre se revolvió en el sofá y se apretó contra la pared. El levantó una mano como para protegerse y advertirle.

—¡Mantente alejado de mí!

El menor no estaba lo suficientemente concentrado como para poder usar sus poderes. El gato ladeó su cabeza hacia un lado, confundido, el solo quería comida. Sunoo lo miraba como... a una abominación. El peludo animal maulló fuerte llenando la sala con su sonido.

Sunghoon había salido por motivos de trabajo, así que él menor tenía la casa sola para hacer todo lo que él quisiera. Quería darle una sorpresa. Pero no contaba con que aquel estorbo estuviera en su casa.

Intentó calmarse, respirando profundamente, se acercó a la bola de pelos, cogiendola por la cola para encerrarlo en una de las habitaciones que estaba cerca de la cocina.

Unas horas después, se dispuso a su deber principal. Miró el trozo de chocolate que estaba comiendo y sintió náuseas. Tenía que empezar a pedirle a Sunghoon que las comprara de tamaño mediano. Aun así se lo comió, masticándolo sin ganas.

Se sintió emocionado cuando encontró el obsequio perfecto para Sunghoon. Él lo amaría.


« 🍃 »


Solo faltaba un día, ese maldito día en que tenía que soportar toda clase de niños jugando por todas partes, las risas, las personas en las calles de Seoul llenas de compras. Sunghoon no era ningún grinch sin embargo no le agradaba salir en esas fechas, el espíritu navideño estaba en sus narices.

Y para su suerte, él tenía que ser uno más de todos esos idiotas que compraban regalos para alguien. Ridículo.

—Ah Lisa, ¿Puedo dejarte antes? —Le preguntó, apenado. Era una de sus mejores amigas y había aclarado las cosas con ella así que no había problema. Al fin de cuentas, era su compañera de trabajo.

—¿Que pasa? ¿Estás ocupado con algo?

—Tengo que comprar algo...

—¿Es un regalo para ese chico Sunoo? —Preguntó de repente.

—Ah, si... Me gustaría obsequiarle algo por Navidad —La mención de su nombre le sobresaltaba.

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⏰ Última actualización: Nov 01, 2021 ⏰

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