Infortunio [ShinKami] •|PAUSADO|•

Capítulo II

«El portafolio azul»

—Tenemos suerte, adelantaste un año tus estudios por lo que moviste de lugar todo. –Su madre reía con alegría, lamentablemente él no pudo fingir que eso le hacía gracia alguna. —¿Qué piensas hacer en este año libre? Podrías hacer algo productivo, tal vez conocer más a tu prometida y...

Escapar, huir, desaparecer, eso quería.

—Disculpa madre pero este año lo usaré para mi, intentaré meterme aún más en el negocio pero no lo haré en Estados Unidos, volveré a casa, extraño a mis hermanas y hermanos, también quiero visitar al tío y...

Se escuchó un chasquido de lengua.

—No sé por qué amas tanto a ese tío tuyo, es la deshonra de la familia, un Omega rebelde e inútil que...

Apretó su puño.

—Madre. –Le dijo con voz tajante. —Ya hemos hablado mil veces de esto, no vuelvas a decir esas cosas del tío, por lo menos él tuvo las agallas de salirse del plan familiar y hacer lo que realmente quería.

La mujer bufó.

—¿Pero qué cosas dices?¿Acaso estás planeando salirte tú también? Porque sabes que si lo haces...

El gruñido fue casi involuntario, se había dejado llevar por la furia, no la veía pero supo que su progenitora había temblado ligeramente.

—No me saldré del plan familiar, sé perfectamente que sucederá si hago eso, ya controlas toda mi vida así que te pido, como único favor, que no me llames más, este año es sólo para mi y no quiero incordios hasta Año Nuevo.

Colgó sin más y se recostó sobre su cama, estaba harto de su familia y harto de ese estúpido portafolio.

Miró la maleta en la esquina de su habitación e intentó infundirse ánimos a él mismo.

—Volveré a casa, volveré a ver a mi hermanos y hermanas, volveré a ver a mi tío y lograré terminar con éste infierno. –Se dijo con una sonrisa antes de tomar la maleta y sacar su teléfono, marcó rápidamente el número. —Prepara el jet privado, volveré a casa.

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—Realmente eres un chico impulsivo Hitoshi, ya me sorprendiste cuando terminaste antes el secundario para adelantar la universidad y ahora terminas antes tu carrera para volver aquí y tener tiempo libre, mira que hacerlo en cinco años nomás, te habrás torturado demasiado. –Mencionó Shouta mientras servía el té en la taza de porcelana.

Shinsou rió por lo bajo y se puso a juguetear con el gato en su regazo.

—Bueno basta de hablar de mí tío, cuéntame qué ha sido de tu vida desde que abandonaste el plan familiar. –Pidió el pelimorado mientras abría la caja de dulces que había traído para Shouta.

El pelinegro amarró su cabello en una coleta baja y dejó las tazas humeantes sobre la mesa antes de sentarse.

—No pasó nada interesante, abandoné en el altar al estúpido Alfa que me habían asignado, discutí con toda la familia, tomé el apellido de mi madre y con mi parte de la herencia compré un terreno con un dúplex, me tomó tiempo arreglarlo y mejorarlo pero aquí estoy. –Señaló la ventana detrás suyo donde se veía los bellos hogares que Aizawa alquilaba, el pelinegro había decidido instalarse en una pequeña casita que mandó a construir frente a ellos y así poder alquilar los dúplex.