LOS SECRETOS DE AELIN (Trilogía Almas Oscuras #2)

Cuadripolar

El sol entraba delicadamente por la ventana, aunque ante mis ojos parecía más una tortura que unos buenos días. Me restregué los ojos mientras me giraba en la cama en busca de mi hermano. Moví los brazos pero no lograba ubicarlo.

¿Dónde carajos estaría este chico?

Seguí buscándolo hasta que una pequeña y descabellada idea se me vino a la cabeza. Me moví perezosamente y me coloqué en el borde de la cama mirando hacia abajo y efectivamente mis sospechas se habían confirmado.

Ay Elián, ya te has vuelto a caer de la cama.

Mi hermano se encontraba espatarrado en el suelo en una postura bastante forzosa y aparentemente incómoda pero aún así sigue durmiendo como si nada pasara. Sonrió internamente ante la situación, a pesar de ser unos minutos más mayor parece un crio pequeño.

-Elián, Aelin, el desayuno está listo. Bajen antes de que se enfrié y yo me enfade.-La voz de papá nos sorprende haciendo que yo levante la cabeza en su dirección y conteste con un sonoro "Vale" mientras Elián pega un salto precipitado.-Oh y buenos días.

Siempre se olvida de los buenos días. El tío Aaron siempre decía que si mamá supiera de ello se enfadaría y lo  mordería hasta la muerte. 

Tras el repentino despertar de Elián ambos nos damos los buenos días y bajamos a la cocina. Papá ya había colocado unos platos en la isleta de la cocina para que desayunáramos. Estaba con un delantal que le había regalado mamá y canturreando alguna canción extraña. 

Hey little girl is your daddy home?
Did he go and leave you all alone?
I got a bad desire

oh, I'm on fire 

Parecía estar de buen humor, muy buen humor a decir verdad.

Tell me now baby is he good to you?
Can he do to you the things that I do?
I can take you higher
Oh, I'm on fire

Elián y yo nos miramos extrañados sin dejar de comer, teníamos miedo por la transformación de nuestro padre pero la comida en esta familia era sagrada. Papá de por si era alegre aunque desde la muerte de mamá se limitaba a poner sonrisas forzadas y a que no se le notara que la echaba de menos, cosa que no hacía bastante bien a decir verdad, pero de ahí a ponerse a cantar como si la vida le fuera en ello con una sonrisa de oreja a oreja, eso ya era extraño.

-Papá- me atreví a preguntar- ¿Estas bien?

-Por supuesto que estoy bien cariño- Dijo guiñándome un ojo.- Mejor que nunca. Hoy no tuve pesadillas.

-¿No soñaste con mamá?- Preguntó Elián.

-Soñé con vuestra madre, pero no con su muerte o algo del pasado. Soñé que estaba aún conmigo, que me abrazaba y se dormía a mi lado como antes.

-¿Y eso no se supone que es un sueño triste?- Pregunté de nuevo.

-Claro que no angelito de mis ojos. Hacía mucho que no me sentía tan bien. Miraros, vuestra madre estaría orgullosa.

-Y tanto que lo estaría.- La voz del tío Aaron resonó por la casa con su sonoro y habitual "Buenos días" a la vez que nos daba un beso a cada uno y saludaba de una manera un tanto rara a papá. Al parecer mamá los había unido pero ni su muerte los había podido separar- Jess estaría muy orgullosa de estos pequeños diablillos.

-Para diablillo el chaval.- Le contesto mi padre- Ya se que cada vez que hay tormenta eléctrica es que Elián está de mal humor.

-¡EH!- Intentó defenderse él.- Eso no es cierto.

-Es cierto el 99.9% de las veces chaval, así que a callar y a respetar a tu padre.

Elián rodo los ojos indignado mientras se metía una cucharada de leche con cereales en la boca ignorando las risas de los otros dos. Yo solo me limité a reírme y a apoyar el complot contra mi hermano, mejor que se rían de él y no e mi.