Capítulo 14

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Ruso

Antonella

Me dirijo a mi suite, la entrevista la tuve a las ocho de la mañana y a la final Francesco se enteró de la verdad por ende hizo que Luigi se devolviera si o si hoy y no tuvo opción ya que cuando se trata de cagarla y que él se entera es un serio problema con Francesco Rossi

Luego tuvimos un evento que ni tengo ni idea de que se trató ya que mi mente estuvo en otra parte, hoy estuve distante con Dante, ¿Razón? No lose, simplemente no me apetecía tener contactó ni con él o alguien más, por ello me hice aparte y todos me respetaron eso, solo mi secretaria fue la única en acercarse y decirme que en realidad hoy era mi día libre

Al finalizar el evento cada uno tomo su rumbo, me fui sola a disfrutar del atardecer y después de reflexionar ahora quiero irme de fiesta, hace unas semanas que no voy y aprovecharé además de que necesito un descanso por alguna razón me siento hostigada y siento que necesito mi espacio, el hotel habilito bares y un club para los que quieran ir a disfrutar de la noche y por supuesto no podía desaprovechar esa idea.

Entro y reviso los vestidos que traje, estos días no he mostrado tanta piel así que me apetece ponerme un vestido que moldee mi figura, muestre mi piel sin perder la elegancia y mucho menos el toque sexy, reviso y saco varias opciones, pero ninguno da con lo que quiero, es imposible que no encuentre uno como el que deseo, a esta hora no hay tiendas para ir a comprarme uno y no es que tampoco de buenas a primeras lo vaya a conseguir, estoy segura que guarde uno.

Sigo buscando hasta que doy con el que quiero, rápidamente me baño, peino y alisto, me coloco el vestido y es justo lo que buscaba.

Me observo ante el espejo y siento como mi orgullo y ego aparecen, el vestido hace que me vea como una jodida diosa sexy, que puede tener a quien sea a sus pies

Es rosado, en mis senos se ajusta perfectamente colgando de dos tiras muy delgadas que desde lejos no se aprecia, tiene un semi corte en v antes de llegar a lo alto de mis brazos, por lo que muestra un poco de mis senos, es más arriba de los muslos, marca mis caderas y mis tonificadas piernas resaltan, dejando mucho a la imaginación, tomo mi cartera Gucci y mis tacones a juego, me coloco una cadena de oro delgadita, ato mí cabello en una cebolla, coloco mis aretes observándome una última vez en el espejo

Salgo y me llevo la mirada del siglo de mis escoltas, mi mirada pasa por todos y más de uno se empieza a aclarar la garganta, siempre los ignoro ya que con el único que mantengo contacto es con Fabio, asi que como ahora que los observo siempre se intimidan

-Señorita Rossi-me saludan todos

-Señores- les devuelvo el saludo, asienten sonrientes y esa sonrisa desaparece en el momento que aparece Fabio, pido el ascensor y mientras lo hago logro escuchar como Fabio les habla

-Mas respeto señores, deben portarse como lo que son, los guardaespaldas de la señorita, nada de risitas, le hablan y la observan con respeto

-Si jefe- contestan al unisonó- Disculpe señorita no volverá a pasar- una voz reluce entre ellos

-De los errores se aprenden- ingreso al ascensor con Fabio y tres de ellos, el resto baja por las escaleras

Paso por el living llevándome la mirada de uno que otro hombre, soy consciente de la impresión que causo, salgo del hotel abordando la camioneta que me espera y no demora en arrancar.

-Fabio llévame a la mejor discoteca- pido mientras reviso el móvil, respondo algunas cosas a Luigi que obviamente me pide que regrese lo más pronto, está loco si cree que lo voy a salvar de lo que le espera con Francesco, porque le poder ayudar en otras situaciones, pero tiene que aprender a salvarse el culo solo y que no debe darse el lujo de follar en cualquier parte

EL LÍMITE DEL PLACER [PAUSADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora