Capítulo 21

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Verantwortlichkeiten

Antonella 

Dos cosas son las que se pasan por mi mente, ¿Qué mierdas estoy haciendo?, estoy actuando por impulsos y eso es lo que más detesto, pues siempre pienso bien las cosas antes de hacerlas

La segunda en fácil y sencilla que tiene hasta nombre, Carina Ferrari, la rubia que conocí cuando tuvimos la cena en la mansión de Francesco, debo admitir que no hablamos mucho, pero por lo poco que la escuche supe que es una niña diferente a cualquier otro niño de su edad

Pude analizar como cada actitud de sus familiares está representada en ella, solo que me pude fijar luego, que es una copia de su hermano mayor y puedo asumir que es el favorito, pues la gran mayoría de características que posee Dante las encuentras en la pequeña rubia, desde los iris azules tan representativos en esa familia hasta el ego y orgullo

Incluso llegaría a pensar que esa niña es su hija y no su hermana y que el cabello rubio es heredado de su madre y es lo único que heredo de ello, pero no, son hermanos, hermanos cortados con la misma tijera y quedo demostrado al ver como la rubia venia sola en la camioneta con escoltas solo para visitar a su hermano y quedarse con él

Eso no fue lo que más me demostró las cosas, fue el hecho de ver por primera vez en todo este tiempo que llevo conociendo al aleman, como en su mirada se reflejaba algo que parecía dolor y preocupación

Y diría que Dante tiene gran afecto por esa niña, lo cierto es que la rubia es el punto débil de todos, pues los tres hombres se encuentran devastados por la niña que está en cuidados intensivos

Los ojos hinchados de Valentino son algo que se notan asi estés veinte kilómetros lejos, son tan notables que no hay necesidad de preguntar algo ya que sus ojos son un libro abierto, Lucas por otro lado tiene sus iris rojos de aguantar las lágrimas, no ha hecho más que dar vueltas por toda la sala una que otra vez se le ve limpiándose las gotas que recorren sus pómulos

Y por último el magnate el aleman, que recién llegamos a los minutos se retiró a fumar y duro alrededor de una hora allí, regreso solo por noticias, estuvo por un tiempo observando todo hasta que valentino llego y él decidió retirarse de nuevo, no quise ir a buscarlo a pesar de que en varias ocasiones Lucas cruzaba su mirada con la mia dándome a entender que fuera detrás de su hijo mayor

No sé cuánto tiempo ha pasado, ni él porque me encuentro sentada frente a los Ferrari, cuando debería estar en mis empresas o mejor aún averiguando si mis sospechas son reales, en fin, estoy haciendo caso omiso a todos los casos hipotéticos que me dicen que debería estar haciendo

Mi mirada se cruza con la de Valentino, trata de sonreír y lo único que se asoma en sus labios es un gesto de desagrado y tristeza, intenta hablar, pero no sale nada de sus labios, lo intenta de nuevo y cuando creo que dirá algo los tacones resonando se llevan toda su atención

La presencia de la que es esposa de Lucas Ferrari hace que Valentino la observe por breves minutos, la mujer viene totalmente arreglada de pies a cabeza y ni la más mínima lagrima se cruza por sus ojos, Lucas se fija en su esposa y se va de inmediato a detener sus pasos, la toma del brazo llevándosela lejos

-Deberías irte a descansar- Valentino por fin habla ganándose toda mi atención- No lo tomes a mal, pero es una situación algo familiar y bueno, mi hermano se fue dejándote sola, no es algo justo que te quedes aquí sin hacer nada

-Si mi presencia te incomoda solo basta con decirlo directamente y lo segundo es que por un impulso termine comprando este hospital y ahora los médicos que atienden a tú hermana estan bajo mi mando, no puedo simplemente desaparecer

EL LÍMITE DEL PLACER [PAUSADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora