Era irreal la situación en la que se encontraba.
Sentado en una enorme cama cubierta por edredones de terciopelo, en la más lujosa y pulcra habitación que claramente le hizo tener un deja vú sobre aquella situación en la que se vio envuelto con un Royal, sin embargo, el ambiente era diferente.
Cálido y familiar, era la forma en que describía la sensación brotando en su pecho. Sobre todo por la mirada tierna que le regalaba la mujer frente a él de cabello castaño y largo, la mirada gris y las pequeñas arrugas que se asomaban en la comisura de sus ojos. Era definitivamente su madre.
–– Has despertado, cariño.
Ver que los ojos de su único hijo habían abandonado su color gris le dolía en el alma, ya que éstos fueron reemplazados por un esmeralda desconocido. Se acercó y tomó asiento en el espacio en su costado, pasó un brazo sobre sus hombros y lo atrajo a su delgado cuerpo, besando su frente como a un pequeño niño y regalarle una sonrisa, misma que removió los pocos recuerdos melancólicos que pasó en soledad durante toda su adultez.
–– Mamá–– Se obligó a decir a duras penas, ya que el nudo en su garganta le impedía vocalizar con naturalidad. –– Pensé que estabas muerta ¿Cómo-? ¿Porqué-?
–– Sht–– Colocó un suave dedo sobre sus labios. –– Escucha atentamente que no volveré a repetir ¿De acuerdo?–– Seokjin asintió. –– Bien. Si no mal recuerdo, fue cuando tenías dieciocho años cuando me viste partir. Para mí fue una muerte real en la que abandonaba la vida del pecado para entregarme de nuevo a los brazos del señor y ser una nueva cordera fiel. Quizá nunca te enteraste, pero soy devota al catolicismo, de hecho, las generaciones pasadas: padres, abuelos, bisabuelos, tatarabuelos, han construido un legado de amor devoto hacia Dios.
Se escuchó un par de golpecitos en la puerta, para después dejar ver una mujer vestida en un largo vestido blanco con un rosario de plata colgando de su cuello. En sus manos llevaba una bandeja con lo que parecía la cena.
–– La cena que pidió, Madre superiora.
–– Muchas gracias, Margaret. Come, cariño. Te hará bien.
Sonrió su madre mientras acomodaba la bandeja sobre las piernas de Jin.
–– Como decía, el amor que le tenemos a Dios es tan grande que hemos tenido que sacrificar ciertas cosas. El haberte dejado en el mundo fue una prueba tanto para ti como para mí–– Mencionó mientras miraba un punto fijo. –– Abandonar mi papel de madre para ser hija fue una tortura, sin embargo, fui recompensada al ser acogida en el Vaticano y me entregué por completo a las enseñanzas de nuestra religión.
–– Pero, no entiendo por qué tuviste que fingir una muerte a la cual lloré y por la cual sufrí tanto tiempo. Pudiste decirme de qué se trataba, así al menos sabría que estabas bien.
La mujer sonrió con ternura.
–– La salvación de nuestras almas no tendría validez si te dijera la intención de la prueba. Yo también sufrí, cariño. No sabía si serías los suficientemente fuerte para salir adelante o te quedarías en el camino. Pero veo que te subestimé demasiado.
–– Tuve que aferrarme a tu pérdida para seguir viviendo.
–– Y eso te hizo más fuerte. Eres un guerrero y como tal, te has ganado un lugar en La Santa Trinidad.
–– ¿Cómo?
La madre de Jin se levantó de la cama para dirigirse a un jarrón de flores para acariciarlas.
–– La Santa Trinidad surgió gracias al poder del padre, del hijo y del espíritu santo, fundada por nuestro señor Jesucristo aunque con el paso del tiempo, su nombre fue alterado por diversas religiones que se han regado alrededor del mundo. Nuestra base es el amor y la lealtad, así como la protección y la constancia. Y nos hemos convertido en guerreros del Señor, literalmente hablando. Hoy en día, el mundo se ha plagado de demonios poderosos de los que no puedes exorcizar con solo abrir la biblia, sino que debemos enfrentarnos con la fuerza.

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S E R A P H ² 【TAEJIN】
FanfictionDespués de tantos años de soledad, Taehyung, un Krack que trabaja para el gobierno como agente especial, por fin logra encontrar a su compañero destinado, Seokjin. Ambos se ven completamente enamorados más allá de la situación actual en la que se en...