S E R A P H ² 【TAEJIN】

C U A T R O

"Tras la inminente noticia de una incubadora no aprobada por la OMS, los respectivos jefes de esta organización han lanzado un llamado a la colaboración de los ciudadanos de Japón"

La periodista da lugar a Yoonsik, directivo de la OMS.

"Cuidadanos, ante el caos en el que nos encontramos, les hago un llamado para cooperar para la localización del sujeto S, Kim Seokjin, quién es una incubadora ilícita y al Krack Kim Taehyung, siendo ambos sujetos que han roto la ley y ponen en riesgo la seguridad de nuestro país. Es por ello que les brindamos los números de emergencia de la OMS por si alguien los ve, repórtenlos de inmediato. Por su colaboración, gracias"

Hoseok apagó la televisión y se dejó caer sobre la cama donde yacía con una maleta llena de su ropa.

— ¿Jin?

¿Su amigo estaba involucrado en todo eso? ¿Cómo había sucedido? ¿Una incubadora?

Las respuestas comenzaron a nacer en su cabeza, pero ninguna de ellas lograba acertar a una posible solución racional ante sus dudas y ello lo ponía nervioso. Sí Jin estaba envuelto en aquello significaba que su vida estaba en peligro ¿Desde cuando? Y aunque quisiera ayudarlo ¿cómo lo haría?

Se levantó de golpe y tomó su teléfono para intentar llamar a su número, pero solo consiguió escuchar el buzón de voz.

— Mierda.

— ¿Qué pasa, cariño?

Era Yoongi acercándose con su maleta lista.

El pelinegro al notar el rostro preocupado de su pareja, se acercó para tomar sus mejillas.

— ¿Qué pasa, mi amor?

— Es Seokjin, mi amigo. Está metido en un gran problema.

— ¿Qué pasa con él?

Hoseok tomó un respiro.

— La OMS lo busca por ser una incubadora.

Yoongi abrió los ojos en sorpresa tras tal afirmación, ya que eso solo podría significar una cosa. Taehyung, su primogénito y ése muchacho habían logrado procrear a un nuevo integrante de su linaje, alguien de sangre directa.

— ¿Yoongi?— Preguntó Hoseok al ver cómo el hombre frente a él terminaba con la mirada perdida.

En cambio, el pelinegro pensaba que tal posibilidad resolvía aquel llamado en su pecho, el nexo, mismo que experimentó cuando Taehyung estaba siendo engendrado dentro de Baejoon. Una sensación inexplicable que hacía emerger los instintos salvajes de protección, sin embargo, había algo diferente. Algo más fuerte que sacudía su pecho y calentaba su sangre y nada tenía que ver con el odio, sino con el respeto. Aquél pequeño neófito podría ser más fuerte incluso que él mismo, podía detectarlo con el nexo que los unía, aquello que funcionaba como un hilo que tiraba suavemente de su pecho.

— ¡Yoongi!

Sintió las manos tibias de Hoseok tomar sus brazos sacudiéndolo a duras penas.

— ¿Qué pasa? Te fuiste por unos segundos.

Yoongi cerró los ojos con fuerza.

— Yo...

Las vacaciones en Dubai para mantener a salvo a Hoseok podrían esperar un poco más. Las cosas se estaban complicando y no volvería a arruinarlo una vez más huyendo de sus responsabilidades a causa del miedo cometido por sus pecados, era por ello que debía intervenir lo más pronto posible antes de herir a su sangre, incluso a Hoseok, la persona que más amaba en ése momento.