UNA HOJA DE RECLAMACIONES

10. La ciudad

Capítulo diez

•contenido explícito•

- ¿No pensarás subirte a mi moto con esa camiseta? —- dice Alan mirándome de arriba a abajo
- ¿Y que se supone que debo hacer con ella? Es de Dylan —- no quiero tirar la camiseta, Dylan no me ha echo nada
- Dámela —- dice Alan mientras estira su brazo para que le de la camiseta
- ¡Alan! ¿Qué vas a hacer? —- digo mirándole seria mientras el espera

Me quito la camiseta y se la entrego. Alan coge la camiseta y la tira al jardín.

- Alan... —- me sabe tan mal por Dylan
- Vamos —- aún sintiéndome mal se ve tan sexy

Salimos de la casa, no he podido despedirme de las chicas. Vamos a buscar su moto, está aparcada fuera.

- Tengo frio —- digo tiritando
- Toma ponte mi chaqueta —- Alan me da su chaqueta - Te queda mejor —- dice soltando una pequeña risa

Su chaqueta huele tan bien. Al ponérmela siento que somos dos en uno, como si estuviera en mi piel.

- ¿A donde vamos? —- vuelvo a preguntar
- ¿Algún día dejarás de ser tan preguntona? —- dice mientras se pone el casco - Ten, ponte el mío —- me da su casco

Aún que su amigo le haya dado un casco el me da el suyo y por muy insignificante que parezca eso causa mucho en mi, tiene el don de marcar la diferencia con pequeños detalles. Se que detrás de ese chico con aires de superioridad se esconde una gran persona.
El es el chico que causa caos en mi, pero un caos bonito aún que a veces un poco doloroso, es el libro por el que te ilusionas leyendo el primer capítulo y quieres saber más de el, joder Alan me doy cuenta que por mucho daño que puedas hacerme siempre voy a querer más de ti, puede que me esté haciendo daño a mi misma, que quiera verme hundida tal vez acabe hundida o destrozada pero no quiero que el tiempo acabe cuando estoy a tu lado, porque yo me iré a casa y tu no estarás aquí, solo me queda tenerte en mi cabeza rondando y eso me destroza más que tenerte cerca.

Subo a su moto rodeando su cintura con mis manos.

- ¿Estas bien? —- dice el alzando la voz
- Si —- aprieto mis manos para tener más seguridad

Vamos rumbo a un lugar que no conozco, se está tan bien aquí agarrada a el mientras el aire recorre mi cuerpo, cada vez que acelera aprieto más las manos. Las luces de la ciudad parecen destellos entre la velocidad, siento que estoy viviendo una películas de esas que vas a ver con tu amiga y cuando acaba te preguntas ¿Por que no puedo tener esto en mi vida?
Después de un largo camino, Alan aparca su moto en un descampado, he de admitir que este sitio me da mal rollo.

Bajamos de la moto y nos quitamos los cascos.

- ¿No está muy oscuro? —- digo abrochándome la chaqueta
- Dame la mano —- Alan coge mi mano
- ¿Qué es esto Alan? —- pregunto

Alan me guía de su mano, cuando llego no me lo creer, es precioso. Se ve toda la ciudad iluminada desde aquí arriba.

- Dios mío, que bonito —- digo ilusionada
- ¿Te gusta? —- pregunta Alan
- Me encanta, las vistas son preciosas —- sonrió viendo embobada las vistas

Alan se pone delante de mi.

- ¿Y estas que te parecen? —- dice riendo
- Mira que llegas a ser idiota —- digo dándole un pequeño empujo en el pecho - La verdad es que estas están mejor

Verlo a él y de fondo ver todo la ciudad iluminada hace que me den ganas de llenar su bonita cara de besos.

El ríe - Sentémonos —- dice Alan
- Voy a ensuciar mi vestido y tu chaqueta —- digo
- Siéntate encima mío —- basta de ser tan amable eso no va contigo francés
- Entonces te ensuciaras tu
- A mi me da igual ensuciarme, mientras no lo hagas tu —- definitivamente la bebida llevaba alcohol de simpatía