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Leone se encontraba dando su ronda de todos los días alrededor del mercado del pueblo. Llevaba apenas unos meses trabajando como policía municipal, y lejos de imponer respeto con su uniforme, más bien parecía un morro meco tratando de hacer cosplay.
Había dejado la prepa y había logrado mantenerlo en secreto por un tiempo, pero tan pronto como su papá se dio cuenta, lo metió a trabajar a la policía. El cómo habían aceptado a un chico de apenas 16 años en la policía solo se podía explicar de una manera: era un pueblo tercermundista donde nadie se fijaba en estas reglas. Sobre todo, porque casi no había policías municipales, así que no se podían dar el lujo de rechazar a los candidatos.
Y porque el comandante era amigo de su papá.
Así que bueno, por ser el novato, a Leone lo mandaban a patrullar al mercado, donde servía como una especie de guardia de centro comercial. Excepto claro, que se trataba de un mercado de pueblo, donde de vez en cuando atendía a alguna llamada de auxilio por robos menores, y más comúnmente, se encargaba de controlar peleas de señoras intensas que se peleaban porque otra la vio feo.
Así, el trabajo era relativamente fácil, aunque algo tedioso y repetitivo, pero lo mantenía ocupado y eso hacía felices a sus padres, así que no se podía quejar.
Además, eso de patrullar dando vueltas por el mercado era la excusa perfecta para pasar un par de veces por el área de los puestos de pescado.
A cualquier otro le molestaría estar cerca de ese lugar, por el olor y eso. No era que a Leone le encantara, pero lo que sí le gustaba era ver al chico que atendía uno de los puestos más grandes por las tardes.
Se trataba de un chico moreno de pelo negro, largo hasta la altura de la barbilla, que siempre que veía a Leone gritaba "¡Hola oficial!" y agitaba la mano. Leone siempre respondía con un movimiento de cabeza y una pequeña sonrisa, porque se ponía tan nervioso que se le olvidaba cómo hablar.
Esto se traduce en que no, Leone jamás se había acercado a hablar con él. Ni siquiera sabía su nombre.
Sus interacciones no eran más que estos saludos que se repetían cada que Leone pasaba por ahí, hasta cerca del anochecer, cuando el chico de pelo negro terminaba de limpiar todo y luego esperaba a que pasaran a recogerlo. A veces era un hombre que, Leone suponía, era su padre; y a veces era un sujeto rubio, muy alto y musculoso.
Hacía mucho tiempo que quería hablarle, pero no encontraba valor. Leone no era muy bueno con las personas, así que no tenía idea de cómo acercarse sin parecer un bicho raro.
Pero eso se resolvería esa misma tarde. Estaba terminando de dar la última vuelta alrededor del mercado antes de irse a casa, cuando vio al chico del puesto de pescados caminando hacia el sitio donde esperaba a que pasaran a recogerlo. Solo que esta vez no se detuvo donde siempre. Él continuó caminando hasta dar vuelta en la esquina, y Leone no pudo evitar ir hacia allá.
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Hasta Que Te Conocí
FanfictionEn esta serie de OVAs, les presentamos las historias de cómo se conocieron los matrimonios del fanfic "Me Quieres o Me Olvidas". Continuación del AU de la página de FB Jojotos Tercermundistas.