Are you there?

56 12 0
                                    

Kihyun aún recuerda la primera vez que vió a un humano. 

Él tenia 6 años; era cambio de temporada y la manada, se mudaba al Sur. Devuelta al arrecife agápi; uno de los favoritos de Kihyun, pues ahí se conocieron sus padres.

Chae-won —su madre— le pidió explícitamente, mantener la cabeza bajo el agua, pues también era temporada de pesca. Ya era bastante tener que esquivar astutamente las enormes redes; no querían lidiar con algún humano entusiasta o lo que es peor... Un humano cruel.

Pero, mientras Kihyun escuchaba alegremente, el canto de su —distraída— madre... Lo vió. En aquel barco, sobre la punta se asomaba un niño.

Un humano. Un niño humano que cayó al agua.

—Exceso de soledad. –murmuró al ver cómo se hundía rápidamente. —Mamá... –murmuró preocupado.

—Ki, aléjate del barco, podrían verte y... Oh. –exclamó sorprendida, al ver lo que él.

—No lo dejaremos hundirse, ¿Verdad?

—No, por supuesto que no. Apresura el ritmo y alcanza a la manada, yo le daré un empujón. –avisó.

El padre de Kihyun —Joon-gi— era el alfa de la manada, él los había instruido para ayudar a los humanos sólo cuando era muy necesario y poco riesgoso... Chae-won le contó a su hijo que así se conocieron, pues ambos, habían salvado a Jong-suk; quien ahora conocía como el padre de uno de sus mejores amigos, Hoseok.
Sí, Jong-suk, era un humano. Quien luego de ser rescatado por aquel par, siguió arrojándose al mar. Luego de un tiempo, Hae-in —miembro de la manada— tuvo el valor de vetarlo del mar. Lo que de alguna manera —que aún no le quieren contar a Kihyun— terminó en amor. Lo que llevó a la metamorfosis de Jong-suk.

—Pero, mamá...

—Obedece Ki, ve con tu padre. –pidió Chae-won antes de alejarse nadando.

Kihyun es muy obediente, de verdad; pero... Era un humano, ¡Un humano! Él no podía simplemente nadar en dirección opuesta; era la primera —y probablemente la última— vez que estaría tan cerca de uno. Así que se pegó como percebe a su madre y conoció al humano.

Hyunwoo. Susurró la mente del niño.

El humano no parecía muy asustado. Éso encantó a Kihyun quien además no pudo evitar memorizar su apariencia.
Un niño más largo que él —a pesar de su falta de cola—, su cabello marrón oscuro, sus ojos cafés canela y su hermosa piel acaramelada.

Más pronto de que lo que le gustó, otro humano entró al agua, afortunadamente lo suficientemente aturdido y lejos de ellos; lo que les dió tiempo suficiente de llevarlo a la popa, dónde —luego de despedirse animadamente— le dejaron, para alejarse rápido de ahí.

Pasaron veinte años y Kihyun aún lo recuerda.
Él secretamente se acerca a muchos barcos esperando volver a ver al humano.

UnderwaterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora