Still underwater

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Hyunwoo nunca había estado tan nervioso en su vida, ni siquiera cuando rompió la nueva red de su padre y no sabía cómo decirle, ni cuando tuvo que salir a pescar solo por primera vez.

Pero era bueno, eran nervios de los buenos. De los que te dan cosquillas en el estómago y te hacen sonreír.
Llegó temprano a la isla In-eo; por suerte, está bastante cerca de su hogar, tomó su pequeña lancha y llegó al puerto de la isla, al menos dos horas antes del anochecer. Había estado ahí en varias ocasiones ya, es una isla mágica y ahora que lo piensa, es bastante gracioso que su nombre signifique, bueno, sirena.

Los puestos de comida y chucherías se colocan a lo largo del muelle, es como una feria, todos los días.
Huele a algodón de azúcar y a mar; es el lugar en el que sus padres se enamoraron y ahora él camina ahí, esperando a aquel ser mágico que lo salvó, aquel ser que se supone que no existe, aquel ser que en ese momento camina en su dirección, como levitando.

Hyunwoo vió sus piernas y se sorprendió, eso hizo que Kihyun riera suavemente antes de terminar de acercarse.
Vestía completamente de azul celeste, combinando con su cabello, su pantalón de tela estaba arremangado y su camisa era ligeramente transparente. Por otro lado, Hyunwoo vestía de beige, con su camisa siendo un poco más clara que el pantalón.

—Hola. –saludó coquetamente.

—Hola... Tú, tú no—

— ¿No tengo cola? Sí, lo sé. Ella puede irse, a veces.

—Lo siento, es solo que me sorprendió. Creí que te vería en el mar, o bueno, realmente no pensé en cómo iba a funcionar éste encuentro. –admitió tímido.

Kihyun sonrió dulcemente. —Descuida, yo entiendo. ¿Quieres caminar? Podemos comer algunas cosas de por aquí, muero de hambre.

—Sí, seguro.

Ambos caminaron suavemente, uno junto al otro, sus manos rozándose mientras caminan.

—Y, ¿Vienes aquí seguido? –cuestionó el humano.

—No realmente, sólo en ocasiones especiales. Como la primera luna después de una luna llena.

— ¿Hay una razón en especial?

—Bueno, durante las noches de luna llena, en el mar se crean lazos, se forman parejas que la luna y el mar unen. –comenzó a explicar. —Después de esa noche, la siguiente será la noche de unión, será la confirmación del lazo, se hace un ritual en el que cantamos y celebramos las nuevas uniones, luego las parejas se escapan a unirse... Pues físicamente por ahí. –contó eso último con algo de timidez.

Hyunwoo sonrió emocionado. —Ustedes, son especiales en todos los sentidos. –concluyó.

—En parte, sabemos que una vez que la luna y el mar hacen una pareja, ésta estará junta de por vida. Pero, a veces tu pareja no llega...

—Mm, ¿Y eso pasa muy seguido?

—No tanto. Pero pasa, la edad normal para enlazarte es a los 23 años... Yo tengo 26 años. –sonrió cansado.

Ellos se detuvieron en un puesto que Kihyun eligió, el único puesto que vendía pollo frito en ese lugar. Ambos compraron un poco de comida —Hyunwoo pagó— y luego se sentaron en una parte del muelle, dejando colgar sus pies al agua.

— ¿Qué pasa cuando no encuentras pareja?

—Pues, depende de ti. La mayoría se queda en la manada, actúan como mediadores, terminan convirtiéndose en fuentes de sabiduría, los consultores del alfa de la manada... Pero, algunas sirenas y tritones se han enamorado de humanos, la luna y el mar no los enlazan, pero, a veces bendicen su amor. –contó tranquilamente antes de llenarse de comida las mejillas.

Hyunwoo se emocionó un poco. — ¿Y cómo hacen para estar juntos?

—Si el humano no estaba destinado a la metamorfosis, el ser del mar elige dejar atrás su hogar, viven en el mundo humano y terminan por convertirse en eso, humanos... Algunos viven en lugares como este, lo más cerca del mar que pueden. Mi abuelo vive aquí, con su esposo.

—Espera, pero, ¿Cómo es que–

Kihyun rió suavemente, escuchando la duda ser murmurada por su mente. —Mi abuelo tenía un lazo con otro tritón, ellos tuvieron a mi padre, mi abuelo el que vive aquí, es un zoi; solo los zoi, ya sea sirena o tritón, pueden dar vida. –trató de explicar. 

—Entiendo.

—En fin, mi otro abuelo, él perdió la vida a manos de un humano. Mi abuelo pertenecía al grupo de cazadores, además era el alfa de la manada y bien, ellos a veces deben pelear contra otras creaturas por el alimento. Fue herido y estaba débil, un humano lo encontró y le dió caza...

Hyunwoo sintió dolor en su corazón, suspiró decepcionado con la humanidad una vez más. —Lo siento mucho.

El tritón sonrió dulcemente y sostuvo la mano del humano antes de seguir hablando. —Mi abuelo, el zoi, se deprimió mucho y la luna y el mar se apiadaron de él. Le mandaron un ser de luz en forma humana, un hombre que pudo entender su dolor y lo rescató.

Hyunwoo asintió comprensivo, perdido en su mente hasta que algo hizo eco. —Espera, ¿A qué te refieres con humanos destinados a la metamorfosis?

—Oh, por fin lo pensaste. –dijo risueño. —Pues, verás, en ocasiones, muy pocas y muy especiales, la luna y el mar llevan a la metamorfosis a algún humano que lo necesita. A veces para salvarle la vida, a veces para llevarlo a su destino, pero, solo pasa si tu alma le pertenece al mar.

— ¿Ellos...?

—Se convierten en uno de nosotros.

— ¿Y realmente pasa?

—Sí, uno de mis mejores amigos antes era humano. Bien él, casi muere en el mar, pero, fue llevado a la metamorfosis y se salvó. –contó.

El humano se sorprendió de escuchar aquello, de pronto deseando ser uno de los afortunados.
Claro que, él nunca sabría los planes que la luna y el mar tenían para ellos. 

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