¡Estúpida mascarilla! [YiZhan] 🌈

♡Cinco♡

─¡Mamá!, ¿has visto mi crema hidratante? ─la mamá de Xiao Zhan entró en el baño y un calcetín casi se estrella en su rostro.

─¡Xiao Zhan! Desde hace rato estas como un loco gritando porque no encuentras tus cosas y dejaste tirada ropa en el cuarto. ─la señora estaba cruzada de brazos pero su hijo ni siquiera le prestó atención─ ¿Se puede saber para dónde vas y con qué permiso?

─Te lo dije ayer mamá, saldré con Yim ─otro calcetín salió volando y así más cosas iban de un lado a otro, parecía zona de guerra con una montaña de ropa encima del lavamanos y las puertas del mueble abiertas─ ¡La encontré!

─Te dejaré salir hasta que dejes en orden este baño ¡y si encuentro un calzoncillo tirado lo colgaré como bandera en la entrada! ─al oír eso Xiao Zhan abrió los ojos y se puso a guardar cada cosa en su lugar porque su mamá era capaz de poner sus trapitos en la calle.

Wang Yibo iba en un taxi para la casa de Xiao Zhan, no era primera vez que iba porque ya eran amigos oficiales desde hace dos meses y la señora Xiao era muy agradable, sobretodo confiaba en él y recordarlo hacia doler su estómago. Mientras los días pasaban, Yibo no quería separarse de Zhan e incluso llegó a considerar el hecho de estarse enamorando.

Los momentos felices de su niñez fueron escasos, sus padres no mostraban afecto y no eran de esos que se sentarían junto a ti a preguntarte qué tal te iba o cómo te sentías. Para Yibo el estar en su casa era como estar encerrado en una jaula de oro, tenía todo pero a la vez nada, se sentía en una inmensa soledad. Creció rodeado de gente adinerada de esas que creen que la felicidad sólo es monetaria, frecuentando eventos del más alto estatus y manejando grandes empresas. Cuando cumplió la mayoría de edad era obligado a asistir a esos eventos donde sólo hablaban de puras tonterías y el olor a vodka combinado con tabaco inundaba sus fosas nasales.

Todos esos años sintiendo que no pertenecía a esa sociedad, Wang Yibo de lo único que se arrepentía era de haber tratado mal a Xiao Zhan. Él siempre había sido una persona sencilla y preciosa en todo el sentido de la palabra, nunca conoció a alguien como él y después de pasar toda su vida anhelando encontrar quien llenara ese espacio en su corazón, encontró refugio en Xiao Zhan.

Se odiaría a sí mismo si lo perdiera.

─Hemos llegado joven ─el taxi se detuvo frente a la casa y Yibo salió del vehículo posterior a haberle pagado al conductor.

─Muchas gracias ─caminó hasta llegar a la entrada pero cuando iba a tocar el timbre la puerta se abrió y la mamá de Xiao Zhan salió mientras él venía corriendo detrás.

─Mamá, no lo hagas por favor. ─Xiao Zhan trataba de detener a su mamá ya que esta tenía un calzoncillo en la mano y al parecer quería colgarlo en la serca.

─No mi niño, usted no me hizo caso y ahora pague las consecuencias. ─la señora Xiao estaba tranquila amarrando la prenda para que quedara como banderita─ Es más, no hagas esperar a Yim.

─Buenas tardes señora, espero no ser inoportuno. ─Yibo quería reír al ver tal situación, la madre de Zhan era muy hogareña y le gustaba el orden total.

─Buenas tardes mi niño, llévate a Xiao Zhan que está desesperado por irse contigo. ─los labios del mencionado hicieron un puchero y se resignó a ver su calzoncillo de Toy Story colgado en la serca─ No regresen muy noche porque pienso hacer galletitas de chocolate para que coman.

─No se preocupe, estaremos de regreso al atardecer. ─Yibo tomó la mano de Zhan y se fueron juntos.

─¿Tienes planeado a dónde iremos? ─Xiao Zhan quería soltarse del agarre pero una parte de él no le permitía hacerlo, cualquiera que los mirara podría decir que ellos eran pareja.