—¿Te lo has pasado bien?
Harper asiente y se recoloca mi chaqueta en sus hombros. Le viene bastante grande porque su cuerpo, a diferencia del mío, es más pequeño. Puede parecer tan delicada por fuera, pero es una gran guerrera por dentro.
Entrelazo nuestras manos y caminamos juntos hasta el motel. Nos detenemos enfrente de la puerta de mi habitación y aunque no haya dicho nada todavía, sé que ella me ha entendido.
—¿Quieres dormir conmigo esta noche? —le ofrezco, Harper permanece en silencio y hace como si se lo estuviera pensando. La animo acariciando sus manos con mis pulgares.
—Claro —Harper se pone de puntillas y se acerca a mí para darme un beso en la mejilla.
Me quita las llaves del bolsillo y se apresura a abrir la puerta.
—¡Necesito ir al baño! —grita y sale corriendo para encerrarse en el baño. Una sonrisa aparece en mis labios y no puedo evitar negar con la cabeza.
Saco mi teléfono para revisar mis mensajes, pero inmediatamente recuerdo que se quedó sin batería durante la cena y necesito cargarlo.
Cierro la puerta y me acerco a la cama. Saco el cargador del cajón de la mesilla y lo conecto. La pantalla se enciende y veo que he recibido varios mensajes de mis amigos. Los dejo de lado un momento para acercarme a la puerta del baño.
—Harper —Llamo dos veces a la puerta—. ¿Necesitas que ponga a cargar tu teléfono?
—¡Si, por favor! —me dice al otro lado.
Saco su teléfono de su bolso y lo pongo a cargar en un enchufe, al otro lado de la cama. Al igual que el mío, la pantalla se enciende y comienzan a llegarle varios mensajes. Tiene dos llamadas perdidas de Madison y en su grupo de amigas hay más de 30 mensajes.
Aunque mi intención es bloquear el teléfono y dejarlo estar, mis ojos captan algo que llama mi atención.
Una sonrisa aparece en mis labios al leer ese mensaje y acordarme de lo que pasó anoche.
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Harper & James
Teen FictionHarper Edwards nunca había imaginado que acabaría enamorándose de James Howard, pero las vacaciones de verano han sido muy largas y les ha permitido conocerse mejor. El problema es que ninguno de los dos se ha atrevido a admitir lo que siente el uno...