La alarma de mi teléfono comienza a sonar, junto con la melodía de Enemies de Lauv, y rápidamente tapo mis oídos con la almohada. Soy una persona dormilona y levantarme por las mañanas tan temprano me cuesta bastante, pero no todo es culpa mía. Es culpa de las sábanas que están tan calentitas que me obligan a acurrucarme y volver a cerrar los ojos.
Aunque intento dormirme otra vez, la alarma vuelve a sonar cinco minutos después. Aparto las sábanas y me siento al borde de la cama, me pongo las zapatillas de estar por casa y camino hacia el armario. Preparo la ropa que voy a llevar hoy y me meto corriendo en la ducha. El agua fría consigue espabilarme lo suficiente como para prepararme un café aceptable en cuanto salgo.
Me acerco a la nevera, a por la botella de leche, y me encuentro con una nota de Kalie.
Me siento en un taburete y devoro rápidamente el desayuno. Tengo que coger el autobús urbano si quiero llegar a la universidad y no puedo perder ni un minuto. Hago una última parada en mi habitación para coger mi bolso y salgo por la puerta, no sin antes coger las llaves.
Aún no me conozco las calles de Boston, pero gracias al navegador de mi teléfono consigo llegar a la parada de autobús más cercana.
El autobús llega diez minutos después y dentro no quedan asientos libres, así que me quedo de pie.
Saco los auriculares de mi bolso, los conecto a mi teléfono y dejo que la preciosa voz de Dua Lipa inunde mis oídos.
En cuanto el autobús se detiene delante de la puerta de la universidad, mi corazón comienza a latir con fuerza. Bajo detrás de varios chicos y miro el gran edificio que tengo ante mis ojos. Este va a ser mi lugar de estudio durante cuatro años. Primero tengo que licenciarme en Biología para poder apuntarme a la escuela de Medicina y especializarme en pediatría.
Paso por secretaría para recoger mi horario y me dirijo a la única clase que tengo hoy, Anatomía, en la segunda planta. Las clases no son muy diferentes a las del instituto, las mesas son individuales, aunque están poco separadas las unas de las otras.
Subo hasta la tercera fila y saco el portátil para coger apuntes.
Kalie también estudió aquí y me ha hablado muy bien del lugar y de los profesores. No se ha olvidado de decirme cinco veces lo bueno que está el profesor de Anatomía.
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Harper & James
Roman pour AdolescentsHarper Edwards nunca había imaginado que acabaría enamorándose de James Howard, pero las vacaciones de verano han sido muy largas y les ha permitido conocerse mejor. El problema es que ninguno de los dos se ha atrevido a admitir lo que siente el uno...