18

2.4K 329 94
                                    

Eres simplemente perfecto.

Desde el comienzo de tus cabellos color avellana, hasta la punta de tus pequeños pies.

Aún no puedo creer que hice algo tan perfecto, hermoso y esperanzador.

—Hola bichito...Eres tan hermoso...mi bebé...mi cachorro.

La mano del pecoso acariciaba con ternura la caja de vidrio a su diestra, su bebé nació antes de lo esperado, pero se veía bien, y ahora estaba moviéndose levemente, sus ojitos seguían cerrados, quería sacarlo de esa caja y tenerlo en su pecho, pero no podía, le dolía el cuerpo a más no poder, quería dormir por el esfuerzo de haber hecho tanto, pero si se dormía corría el riesgo de no volver a despertar o no encontrar a su cachorro.

—Sabes aún no hemos decidido tú nombre, Ochaco quería ponerte el nombre de mi padre, pero...ahora que lo veo no tienes cara de Hisashi, Iida estaba tan emocionado que también me dió un nombre...Tadashi...significa correcto si no me equivoco, pero tampoco me gusta, Jiro y Mina quieren que tengas el nombre de Natsuo, aún no entiendo el porqué, creo que perdieron una apuesta con tu tío...sabes, Kacchan un día me dijo un nombre...Daisuke...Gran ayuda...pero eres tan pequeño que no sé cómo llamarte mi amor...dame la fuerza para seguir despierto, no te quiero perder.

Las lágrimas caían por sus mejillas, claro que le dolía el ardor de aquel líquido salado que pasaban por sus heridas y raspones pero lo valía ya que cada pequeño pinchazo de ardor lo mantenía despierto y podía ver atento a su hijo.

•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•

Con dolor al otro lado de la puerta Toga escuchaba las súplicas de la segunda persona que la trato bien en toda su miserable vida, y ya sabía que hacer para ayudar al pecoso.

Salió caminando rápidamente, si iba a morir era mejor morir por alguien que se merece el cielo entero, esquivaba cada camara en el corredor, no quería atravesarse con alguien quien podría ver su secreto.

Paro en seco en un punto ciego de la cámara, su laboratorio tenía dos puertas, la que conocen Tomura y los demás y la segunda, su propia salida secreta que se conecta a todos los circuitos internos dentro del lugar, abrió aquella entrada y paso por estrechos lugares, largos corredores.

Conocía a la perfección esos estrechos pasadizos, hasta que llegó al cuarto de vídeo y desconectó el sistema de su laboratorio dejando en el puerto un vídeo recopilatorio de las veces que la habitación estaba vacía.

Su laboratorio estaba lleno de aquellos repugnantes alfas.

Sentía el miedo expandirse por todos sus huesos, tenía miedo de que alguno de sus jefes la encuentre, por suerte algo paso y se fueron del laboratorio dejando los químicos en paz, se colo dentro de este, vió que nuevamente los químicos tardaban en reaccionar para saber el segundo sexo del bebé, tenía tiempo aún, sin pensarlo dos veces saco muestras de un anterior cachorro que al final murió en el parto, esa tarde lo iba a botar, pero por suerte no lo hizo.

En verdad quería que el bebé del pecoso sea libre, saco aquellos frascos que salían positivo a alfa...uno común sin ningún tipo de alteración, calentó un poco los tres frascos, ya que estaba en refrigeración estaba completamente frío.

Mientras que los otros tres los tapaba y los ponía entre sus bolsillos de su bata.

—Mierda! Que no se puede calentar más rápido por Dios?!

Su ojo, el bueno que le quedaba fue directamente a la puerta, si la descubrían finalmente llegaría su final.

—Por favor, por favor calienten sé rápido estúpidas mierdas.

Kekkon shita bakari [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora