Kekkon shita bakari [Finalizada]

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Jamás esperes algo de alguien a aquí en le vales, ya que cuando tú dejes de prestarles atención, verán que te perdieron para siempre.

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—Hace unos años atrás cuando recién cumplía 16 años, mis padres estaban orgullosos de mí, pero una tragedia sucedió en ese momento, algo que cambiaría por completo mi vida y la vida de mi madre.

—Mamá ya estoy listo para ir a la escuela!.

—Mi amor ve con calma, y despídete de tú papá.

El pecoso caminaba enérgico a la puerta de su casa, pero se olvidaba de su padre y eso jamás se lo perdonaría.

Con rapidez fue hasta aquel alfa que de pequeño le contaba historias de fantacia y ficción, el que le daba abrazos y ayudaba en sus aventuras como un buen padre lo haría, solo que el ya no podría hacer cosas como esa.

—Adios papá, cuídate mucho cuando vayas al consultorio, y deja que mamá te llevé, la última vez nos diste un gran susto.

—Haha, Oh Izuku, mi pequeño Jade, deberías saber que aunque tú padre esté en silla de ruedas puede hacer mucho más que las personas con piernas.

Hisashi Midoriya perdió la capacidad de caminar, ya que cuando fue por su hijo al preescolar, al ver a una niña ir por su pequeño balón, la quito del camino pero en su descuido él fue arrollado por un camión el cual se fue a la fuga después de lo sucedido, después de tantos años, el ya se acostumbró a andar en esas condiciones.

—Cuidate, volveré después de mis clases de violín.

—Hijo......te amo, sabes que te amo mucho no?, Eres la luz de mis ojos y siempre haré lo posible por protegerte.

—Papá yo también te amo muchísimo!

—Le regalé a mi padre un abrazo fuerte y salí del departamento, cada día mis padres me decían lo mucho que me amaban y lo orgullosos que estaban de mí, era una buena vida.....pero nunca pensé que al año siguiente pasará lo que más me aterraba.
Salí del instituto de música, era divertido ir y hablar con mis amigos nuevos del lugar, había un muchacho que siempre me ayudaba y era un caballero conmigo, su nombre era Shigaraki Tomura, al inicio pensaba que era un muchacho que quería ser mi amigo......pero qué idiota era en ese entonces.

—Bueno ahora que hacemos pequeño jade?, Estoy aburrido y no quiero volver a mi casa.

El de pelo celeste le puso su brazo al rededor del cuello del pecoso, mientras salían del lugar, en todo ese mes de diciembre el profesor de música les había pedido a cada uno practicar una melodía específica para el concierto navideño, era el momento perfecto para que se llevará al pecoso durante unas horas.

—B-bueno, que tal si vamos por un helado?

—Pues.....yo tengo otros planes, te gusta lo cremoso no es así?

La cara de Shigaraki daba miedo, y el como tomo su muñeca con tanta desesperación y rudeza lo aterraba peor.

—P-pues C-claro.......la heladería más cercana está a dos cuadras podríamos....

Y todo fue negro, no sabía lo que había pasado pero se sentía como si hubiera caído de cabeza contra el pavimento, al despertar se encontraba en algún cuarto atado a la cama y sin su ropa.

—Trate de gritar, pero estaba amordazado y no podía pedir ayuda, lo que más me dolía de todo era que visualice esos ojos y sonrisa que conocía a la perfección.