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La última vez que me adentré en su alma fue la última vez que esos ojos cafés me penetraban, aquellos que no paraba de llorar, era doloroso verlo de esa manera, pero ya era el tiempo de irme y nunca más volverlo a ver... dolía, dolía mucho el escuchar que me quedará, que estuviera con él...así que simplemente cerré mis ojos y me fuí sin dar marcha atrás...me arrepiento?...no, jamás me arrepentiré de buscar mi paz.

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*Cuando vean este símbolo (•́  ‿ ,•̀)
ponganle play a la canción*

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Izuku trataba de caminar lo más rápido posible, veía cada marca que dejó con su propia sangre mientras lo sacaban de su infierno, sus suturas dolían pero era soportable, las vendas que le puso shoto se movían y se enganchaban con el hilo quirúrgico demostrándole que aún seguía con vida por el dolor.

—Por la derecha.

Cada pasadizo tenía una leve marca que el dejo pero en la última intersección dónde todos se separaron tendría que guiarse por el aroma de alguno de su manada.

—Ya llegué...por favor que uno se quite el supresor de aroma!

Levantó su cara, cerro sus ojos y comenzó a inhalar lo más que pudo...habían tantos aromas en el entorno que era imposible distinguir solo uno...hasta que un aroma familiar a chicle lo atrajo.

—U-Uraraka?...E-es cierto O-ochaco está aquí!

Sus pasos se hicieron más rápidos siguiendo el aroma que se empezaba a desaparecer, su mente no entendía el por qué  el aroma de Uraraka estaba desapareciendo, cada paso hacia que el aroma se intensifique...tenía miedo de lo que vaya a pasar, quería entender.

Al llegar al final de ese pasadizo se escondió al ver que el panel estaba tirado, era una habitación roja tenía miedo ya que escuchaba los gruñidos entre ambos alfas, sabia bien que Kacchan pelearía con Tomura...pero no entendía el porque el aroma de Uraraka estaba dentro de esa habitación de lejos veía la espalda carbonizada de alguien que no paraba de mecerse, pero el aroma de ese hombre era familiar...

—Ese no es Touya?

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Los ojos de Shigaraki se levantaron del cuerpo de su contrincante rompiendo el contacto visual, solo para ver por el maldito agujero por dónde las ratas comenzaron a escapar, el había escuchado la dulce voz de su pequeño Jade.

Sintió un puño en su mejilla cayendo de lado al piso nuevamente, el cenizo se puso sobre el.

—Oi no bajes la maldita guardia.

Un puño volvió a arrematar su pómulo, sus ojos no paraba de ver aquel lugar, sin pensarlo más comenzó a idear un nuevo plan.

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Izuku se había ocultado tapándose su boca... Shigaraki lo escucho, sabía bien que el lo escucho, sentía como esos ojos no dejaban de penetrarlo, tenía miedo mucho miedo pero tenía que hacer algo para que todo esto pare.

Se levantó de su escondite y comenzó a caminar a la habitación de Chisaki.

—Tengo que ir por esas bitácoras.

Después de unos minutos llegó al lugar, todo estaba despejado, agarro el panel pero al hacerlo una de sus suturas se abrió, haciéndolo sangrar.

—Rayos!...solo un poco más!

Kekkon shita bakari [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora