Kekkon shita bakari [Finalizada]

22

Cuando era una niña, una vez sentí como si alguien estuviera siguiendo mis movimientos, aquellos ojos penetrantes nunca los olvidaré, ya que me enseñaron a nunca bajar la guardia...por qué si la bajas nadie escuchará tus lamenteros gritos de agonía.

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El ambiente cambio súbitamente, se sentía como si una fuerza mayor estuviera dentro de la habitación, era como si la muerte misma estuviera viendo los movimientos de Chisaki esperando a que haga un mal movimiento y llegará a atacar.

—Veo...que tenemos compañía.

Aún estando de espaldas, lentamente se alejo del pecoso omega, levantó las manos demostrando que no haría nada más.

—Tranquilo Bakugo Katsuki, tu Omega está bien...es mejor que salgas yá.

Con paso clamo se sentó en una pequeña banca continúa a la cama del pecoso, Tamaki por otro lado finalmente pudo respirar con tranquilidad ya que después de días de agonía, alguien vino a salvar lo...a salvar los.

Sus ojos se cristalizaron al escuchar como el panel de la pared se abría dando paso a la manada del peliverde, todos con una mirada de odio y rencor.

Los ojos dorados comenzaron a analizar a todos los nuevos presentes, hasta que sus ojos captaron a la bellísima Omega entre sus tropas.

—Veo que tienen un hermoso espécimen de Omega Femenino con ustedes...y es perfecta.

No movía ni un músculo al ver cómo todos los alfas se pusieron en estado defensivo ante lo mencionado, pero como no decirlo cuando aquella mujer frente a el tenía las perfectas características para una omega de su calaña.

—Tranquilos, solo digo lo que pienso...ya que la perfección está llenando está habitación...tres perfectos omegas ante mí... pero...sabían que Izuku es como una abeja reina y que inconscientemente a creado ¿una "armada" de alfas? Pero a lo que veo, con los nuevos datos obtenidos en estas últimas 24 horas, ahora puedo decir qué también se le unieron omegas para su propia protección, es completamente asombroso el como ha cambiado hasta a una Omega que planeaba matarlo no es así ¿To-ga-chan~?

Detrás de ellos salió tranquilamente aquella Omega de moños rubios con una expresión completamente seria, estaba cansada de tanta mierda.

—Tu no entiendes lo que pasa aquí idiota, deja ir al pequeño conejo ahora.

—Y crees que le voy a hacer caso a una puta ¿como tú?... No soy tan pendejo como para hacerte caso, solo eres una pieza que puede ser reemplazada al instante...no eres nada, si mueres ahora no le importaría a nadie.

—A mí no me importa morir por alguien quien me mostró un poco de agradecimiento después de hacerle todo lo que le hice...me agradeció...y-y me dió una sonrisa...por mi ¡moriría con ganas solo por él!

Levantó su falda y con rapidez saco dos cuchillas largas las cuales estaban pegadas a sus muslos, sus ojos mostraban determinación, rápidamente vio en el reloj, su tiempo estaba contado tenían solo quince minutos para salir de allí antes de que la energía falle...ella tenía que ganarles algo de tiempo.

—Chisaki esto es entre tu y yo maldito.

—Como quieras...pero te digo algo...solo tienes quince minutos...crees que en ese tiempo lograrás sacar a todos de aquí antes que la incubadora deje de funcionar? Encerio crees que una zorra como tú puede ser una buena persona? O solo quieres hacer esto para que dejen de usar te como un juguete?

Ninguno de los dos dejaba de verse a los ojos, uno quería ver cuánto afecta el aroma del Omega Mater a otros, mientras que la otra quería ver cuánto tiempo duraría contra aquel demonio.