AGUA

FINAL

—Señores y señoras, perros y gatos, normales y raros, pasivos y activos...

—¡Uzui! —grito Himejima.

—Okay, ya entendi, ya entendí. Estamos en esta tarde...

—Es de noche —dijo Iguro señalando la noche que se veya por la ventana.

—Nos reunímos está tarde para condenar...

—¡Unir! —grito Kanroji.

—¡Aburridos! A demás, ¿No ven la cara de Tomioka? No está en esto por voluntad propia —. La cara de Tomioka no expresaba nada.

Esa noche cumplían parte de su promesa. Casar a Rengoku y Tomioka, a unque no los casaban como tal, todos estaban en casa de Uzui improvisando un altar en la sala de su casa. Con el dueño haciendo de padre, Rengoku vestía su común traje que usaba en la academia y Tomioka su traje deportivo azul a demas tenía el mantel de la meza en la cabeza cubriendo totalmente su rostro y una sábana atada a la cintura simulando la cola de un vestido, cola que Sanemi sostenía. Himejima hacia de padrino de Rengoku y Shinobu de dama con Tomioka, Iguro tiraba arroz con la intención de golpear a Uzui, Tokito y Kanroji hacían de público.

—Como decía —retomo Uzui. —Estamos está noche para conde... Digo unir en sagrado matrimonio a Tomioka Giyuu y.... ¿Cómo te llamabas rubia?

—¡Arruinas mi boda! —reclamo Rengoku.

—Y este griton. ¿Tu, rubio violento pero que todos aman, juras amar, proteger, mantener, engordar por qué está muy flaco a Tomioka Giyuu?

—Acepto.

—Y tu Tomioka Giyuu, ¿Juras amar, cuidar, y domésticar a este griton?

—No.

—¡Debes decir si Tomioka! —le grito Shinobu.

—¡Huye mientras puedas! —dijo Sanemi mientras se alejaba y abría la ventana.

Rengoku le arrebato la biblia a Uzui, que por cierto era un diccionario y la arrojo directo a la cabeza de Sanemi provocando que esté callera.

—Rengoku está rifando vergazos —dijo Uzui. —¿Alguien más se opone a esta conden... Digo matrimonio?

Rengoku los observo a todos buscando objeciones.

—¿Ni una?, Tomioka está rogando por su libertad en silencio...Okay, lo declaró marido y marido, puede besar al novio.

—Dije que no. ¿Mi opinión no cuenta? —dijo Tomioka.

—¿Y los anillos? —dijo Shinobu recalcando ese detalle.

—Me los comí —dijo Kanroji, los anillos eran de dulce.

Tomioka se quitó el mantel de la meza y le dio una palmadita en el hombro a Rengoku.

—¡Ni volvíendo a nacer te ganas su amor! —dijo Uzui.

Rengoku se acercó para ponerle una paliza a Uzui. Momento que Tomioka aprovecho para acercarse a la ventana y saltar.

—¡El novio está huyendo! —dijo Tokito y de inmediato Rengoku voltio hacia la ventana.

En ese momento Sanemi se levantó del suelo, agarro a Tomioka como saco y salió corriendo. Rengoku fue tras el de inmediato.

—¿Quien le dice a Genya qué su hermano fue asesinado? —dijo Tokito.

Horas después, todos estaban en el patio trasero alrededor de una fogata quemando bombones.

—Soy un bombón quemando otro bombom —dijo Uzui, causando risas.