CAPITULO I

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Me levanté cuando pude recuperar el aliento luego de la sesión de sexo que había tenido recientemente.

Ni siquiera voltee a ver al Beta que yacía adormilado en la cama. No recordaba su nombre, no necesitaba recordar su cara tampoco.

Me vestí y salí de aquel lugar lo más silencioso posible, sin siquiera decir adiós. Así era siempre, lo único que buscaba en los betas era sexo y aquello no cambiaría.

No podía buscar nada más, no desde hace años, no después de lo de Yoongi.

Casi seis años habían pasado desde que él se había ido, desde que se lo tragó la tierra. Seúl era una ciudad bastante atiborrada de gente, pero Corea era un país pequeño ¿Cómo es que un omega podría esconderse tan bien?

Usé todos mis contactos, agoté todos mis medios, pero jamás fui capaz de encontrarlo, lo busqué por casi dos años, hasta que finalmente, me rendí.

Si él se fue de mi lado fue porque realmente no era feliz a mi lado, ¿Verdad?

Ni siquiera Jin Hyung y Namjoon Hyung sabían de su paradero, ni lo que había sido de él. Fueron incontables las veces en que llegué a su casa, ahogado de borracho buscando explicaciones que ni ellos entendían.

Sus amigos, Taehyung y Hoseok tampoco supieron de él. Literalmente fue como si la tierra se lo hubiese tragado. Omega ¿Sigues vivo? Porque yo pensé que moriría en cualquier minuto por tu ausencia.

Tae, Hobi, Jimin, Nam, Jin y yo nos hicimos cada vez más cercanos. Que Yoon se fuera, había hecho que todos nos lleváramos bien y que, de alguna manera, pudiéramos aprender a sobrellevar su partida.

Perdí la noción de aquellos dolorosos días en los que apenas y podía levantarme de lo borracho que iba. Queriendo morir y sintiendo que no podía respirar con el dolor que oprimía mi pecho.

Todo empeoró cuando dejé de sentir a mi alfa y perdí mis sentidos. Terminé mis estudios y logré graduarme, pero ¿De qué servía? De todos modos no podía ejercer.

Intenté mantenerme vivo, continuar con mi vida tal y como mis hyungs me lo decían a diario. Dirigí toda mi ira y frustración en las peleas del bar de Nam Hyung, al menos, seguía siendo tan bueno como siempre, incluso mejor.

Lo tenía todo, supuestamente. Amigos que me aman, dinero, un departamento en el barrio más adinerado de Seúl, vehículos de lujo, uno que otro agarre de turno... Pero el vacío en mi pecho seguía cortándome la respiración.

Salí de la casa de aquel beta y caminé en dirección a mi departamento. Estaba relativamente lejos, pero habíamos llegado ahí en taxi y tenía que caminar un poco para tomar otro.

Miré mi Rolex y di un respingo, apenas eran las dos de la mañana y yo ya estaba pensando en volver a casa.

"Después de las 2:00 AM, ve a dormir. Nada bueno pasa después de las 2:00 AM"

Jimin Hyung solía recordarme aquello seguido, sé que lo escuchó de su serie favorita, pero él tenía una que otra prueba fehaciente de que aquél dicho era real.

Resoplé y saqué un cigarrillo de mi bolsillo, encendiéndolo y dándole caladas profundas, sintiendo mis pulmones intoxicarse con la nicotina.

Caminé un poco más y disfruté del paseo por aquellos suburbios. Era el típico barrio en el que vivían familias felices. Fijé mi vista en un buzón "Familia Lee". Relamí mis labios y empujé mi mejilla con la lengua para luego suspirar y salir de ahí lo más rápido posible.

Cuando llegué a la avenida principal tomé un taxi para llegar a Seocho-gu. La casa de Tae y Hobi tenía las luces encendidas. Abrí la puerta con mi llave y me los encontré ahí, junto a Jimin Hyung, bebiendo y riendo.

Equals - Kookgi +18 (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora