Resoplé y comencé a acarrear los platos sucios a la cocina, limpiando y ordenando el comedor en el proceso.
Yoongi se preparó para lavar lo que yo llevaba y dejaba en el fregadero.
Noté de reojo que me seguía con la mirada y su intención por iniciar una conversación era palpable.
Ni siquiera le daba la oportunidad de intentarlo. Actuaba como si estuviera solo, no quería que el pensara que tenía deseos de hablar con él de lo que fuera.
Lo escuché suspirar un par de veces, pero aún así yo solo iba y venía lo más rápido que podía sin demostrar que huía o algo por el estilo.
Cuando llevé el último vaso, ví de reojo que se volteó en mi dirección mordiendo su labio inferior.
- Jungkook - habló suave. Por supuesto que yo lo ignoré, ni siquiera lo miré, estaba muy ocupado guardando algunas cosas - Alfa, tenemos que hablar - dijo
Yo me voltee de inmediato a verlo, casi colérico - No me llames así - gruñí al decirlo
Yoongi resopló - Al parecer es la única forma que tengo de que me prestes atención - comentó, pero yo volví a mi tarea anterior - ¿Hasta cuándo vas a seguir así? Pareces un cachorro - me reclamó
- No tienes derecho a decirme eso - le rebatí sin voltear a verlo
- ¿Y tú tienes derecho a ignorarme? - preguntó
- Si - respondí simple
Yoongi soltó un bufido - Bien, haz lo que te dé la puta gana, no me importa - dijo y de reojo noté que me dió la espalda para seguir lavando los platos sucios.
No sé qué pasó exactamente conmigo en aquel momento. Pero cuando quise darme cuenta, me había acercado lo suficientemente a Yoongi como para tomar su nuca con mi mano derecha.
Con la otra, estiré su camisa para dejar libre su cuello y poder estudiarlo.
El se paralizó al sentirme detrás suyo - ¿Q-qué haces? - preguntó en un susurro
Hice que inclinara su cabeza hacia la derecha y luego hacia la izquierda, entonces sonreí - ¿Sin marca? - pregunté
Noté como el cuerpo de Yoongi se tensó ante mi pregunta, pero no recibí respuesta.
Sentí como algo rasguñó dentro de mi y acerqué mi rostro al cuello del Omega, entonces volví a sentir su aroma dulce y embriagante.
¿Estaba imaginandolo? No, sí podía sentir su aroma.
Y entonces lo sentí. Ahí estaba. Mi lobo se removía lento y aletargado, pero ahí estaba.
Sentí mis colmillos picar e instintivamente abrí mi boca pero no para morder aún, si no para sacar mi lengua y lamer desde la clavícula hasta detrás de la oreja de Yoongi de manera lenta.
Lo sentí jadear despacio, pero en ningún momento me alejó, así que apreté un poco más mi cuerpo contra él, quien se vio atrapado entre mi y el lavaplatos.
- Podría marcarte justo ahora - gruñí bajito - Recordarte que eres mi Omega, no importa que estés casado o cuántos cachorros tengas de otro - Siseé
Yoongi abrió la boca para decir algo, pero los pasos de Jooheon bajando la escalera de la casa nos interrumpieron.
Ni siquiera sé exactamente como pude alejarme de Yoongi con tanta facilidad, atrapando a Honey afuera de la cocina.
- ¿Estás listo? - me preguntó - Vamos a beber un poco - sonrió
Yo le seguí luego de dar una fugaz mirada a Yoongi quien temblaba aún sin moverse de su posición.
Hace años, cuando Jooheon y yo estábamos en la universidad, habíamos ido a beber un par de veces. Recuerdo que siempre admiré la tolerancia al alcohol que mi hyung tenía.
Pero en la actualidad, luego de haber bebido por un par de horas, no podía evitar reírme de lo borracho que estaba.
Apenas llevábamos un par de botellas de Soju y él ya no se podía la cabeza de borracho.
Vale, que yo también estaba ebrio, pero no tanto como para no poder levantarme.
- Vaya, ser padre de familia si que te afectó - comenté divertido
- Jungkookie, ser padre te cambia la vida - habló algo distorsionado, apenas y le entendía lo que decía - criar a los cachorros me cambió - hipó
Yo relamí mis labios - Seguro que sí, hyung - contesté, sintiendo algo hervir en mi interior
- Y tener un Omega en casa también es lindo - comentó sonriente - Aunque todo sea un vil engaño - se quejó
- ¿Un engaño? ¿De qué hablas, hyung? - pregunté
Él hizo un gesto con la mano para restarle importancia y luego se puso de pie.
Trastabillando caminó hasta el living de la casa, yo lo seguí de cerca cuidando que no fuera a parar al piso de sopetón.
Jooheon hyung se dejó caer en el sillón y casi al instante se quedó dormido.
Resoplé y solté una risa, parecía un bebé a pesar de ser el mayor de los dos. Tomé una manta que estaba en el respaldo del sofá y lo tapé para que no fuera a resfriarse.
Cerré el ventanal que conducía a la terraza donde habíamos estado bebiendo y me senté en otro sofá, cerca de Honey hyung.
Comencé a cuestionarme qué tan ebrio estaba para conducir la moto. En otras ocasiones había estado muchísimo más borracho y aún así había conducido y llegado sano y salvo a casa.
Sin embargo, no pude evitar recordar aquella vez en la que Jin hyung me regañó por haberlo hecho.
Resoplé y me abracé a mi mismo para guardar calor. Cerré los ojos para intentar dormir un poco antes de irme.
Fue entonces cuando escuché el agua de la ducha en el segundo piso. Vi la hora en mi Rolex, eran las 3 AM.
"Después de las 2:00 AM, ve a dormir. Nada bueno pasa después de las 2:00 AM"
Debí haber recordado a Jimin hyung diciéndome aquello antes de haberme dejado guiar por mi olfato recientemente recuperado.
Pero no, no hice caso a mi vocecita interna y tampoco a mi sentido común.
Mi lobo me guió hasta aquella habitación que olía fuertemente a Yoongi y a semen. Mi lobo gruñó y dió un tirón en anticipación.
Vi la puerta del baño y sin pensarlo dos veces entré en ella, cerré la puerta con seguro y dejé que el vapor me nublara aún más los pensamientos.
- Jooheon - escuché la voz de mi Omega - ¿Acaso no ves que está ocupado? Vete al baño de abajo - pidió
Empujé mi mejilla con la lengua y aseguré la puerta.
- No, no me iré, me importa una mierda que esté ocupado - hablé ronco
Yoongi asomó su cabeza por detrás de la cortina de la ducha y me vio sorprendido. Claramente, no esperaba verme a mi.
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Equals - Kookgi +18 (Omegaverse)
FanfictionSegunda temporada de Opposites. Seis años han pasado desde que Yoongi se fue. Jungkook, ahora beta, ha intentado sobrevivir al abandono de su destinado. Cuando dejas de buscar, encuentras donde menos te lo esperas. ¿Qué tan difícil es ver a la perso...