CAPÍTULO II

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Mi teléfono comenzó a sonar estridente. Había puesto la alarma a las 18:00 hrs para levantarme, ducharme y ponerme decente para ir a la casa de Honey hyung. En el momento que tuve que levantarme de la cama, me arrepentí de haber dicho que iría a cenar a su casa.

No me malinterpreten, Honey hyung era un muy buen amigo, me había ayudado mucho en la facultad de medicina a aprobar unos cuantos ramos. Y, a pesar de que no nos veíamos hace muchísimos años, lo seguía considerando un amigo cercano.

El problema radicaba en su vida, obviamente, familiar. ¿Quién era yo? Un beta de dudosa reputación que tenía una profesión que no podía ejercer y que gustaba de romperle la cara a alfas por dinero.

¿Realmente Honey hyung creía que era buena idea llevarme a su casa? Sus hijos me verían, por el amor de Satán. ¿Y su omega? Seguramente aquella noche sería la última en la que le permitiría a Honey hyung llevar a alguien a casa. Digamos que no soy exactamente la clase de beta que a los omegas les gusta que sean los amigos de sus alfas.

Procuré darme una ducha larga, tallando mi cuerpo con cuidado. Aproveché también de desperezar y destensar el cuerpo con el agua caliente. Al salir, cepillé mis dientes durante un largo rato, tanto, que tal vez parecía que quería atrasarme a propósito.

Escogí una camisa negra lisa y unos jeans rotos del mismo color. Me calcé los bototos cafés y la chaqueta de cuero para luego tomar el casco de la moto y salir de mi departamento.

Pasé por la tienda para llevar un vino de buena marca para la cena y luego puse el GPS para llegar a la casa de Honey hyung sin perderme. Quise darme un golpe mental al leer el buzón de la casa. 

"Familia Lee"

Claro, debí haberlo adivinado. Honey hyung era el tipo de alfa al que le gustaban ese tipo de cursilerías en casa. Aunque siendo sincero, yo también era del tipo que pondría "Familia Jeon" en su buzón.

Aparqué la motocicleta y me quité el casco. Abrí el baúl de la moto y saqué el vino que llevaba a modo de presente. Di un suspiro antes de tocar el timbre y escuché la risa de los cachorros de Honey dentro de la casa.

No pude evitar esbozar una sonrisa, el sonido de los cachorros corriendo por la casa me causaba cosquillas en el estómago.

Escuché a alguien quitar el seguro de la puerta y, al abrirla, vi a Honey hyung aun vestido con ropa formal. Aunque algo desalineada. 

- Lo siento, ¿interrumpí algo? - pregunté notando un tono carmín en sus mejillas

- ¡Jungkook-ah! - Soltó una risa e hizo un gesto con la mano restándole importancia - No has interrumpido nada, por favor pasa - pidió sonriente, como siempre

Asentí y entré en la casa quitándome los bototos y usando las zapatillas de casa que Honey hyung me ofreció. Entregué el vino y pasee la vista por el lugar lo más disimulado que pude. 

El recibidor era demasiado grande y espacioso, teniendo un sitio para cada cosa, dándome una sensación acogedora y de estar en casa. Me adentré aun más  siguiendo a Honey hyung, quien dejó el vino en la cocina y luego me guió hasta la sala, en donde los cachorros jugaban ruidosos.

Busqué al omega de Honey hyung, pero no lo vi por ningún lado.

- Por ahora estamos solos - me adivinó el pensamiento - Mi omega está trabajando ahora, pero llegará a cenar - explicó - Iré a cambiarme para comenzar a cocinar, ¿Podrías ver a los cachorros? - me pidió

- Sí hyung, puedes ir tranquilo - le sonreí. Él subió las escaleras dejándome solo entre gritos y la televisión encendida. Carraspee y me senté en el sofá, cerca de ellos - Hola, niños - dije casi en un susurro

- ¡Señor Jeon! - gritó la pequeña Jihye acercándose a mi con una sonrisa de oreja a oreja - ¿Quiere ver lo que dibujé? - me preguntó 

Yo sonreí algo forzado. No me malinterpreten, siempre me han gustado los niños, pero mi yo actual tendía a cagarla fácil. Y yo no quería cagarla con los cachorros de mi hyung.

Jihyun se acercó a mi también con dos dibujos - mire - dijo, extendiéndomelos - este es de mi noona y este es el que hice yo - me explicó

Eran dos dibujos prácticamente iguales. En ambos había una familia feliz al lado de una casa. La diferencia era el color de cabello de uno de los mayores. En un dibujo el color era negro, en el otro era verde.

- ¡Woah! Ambos dibujan muy bien - los felicité - ¿Por qué en este el cabello es diferente? - pregunté a Jihyun, ya que era su dibujo

- Porque el otro día vi una foto de papi con el cabello verde - contó - y me gusta como se ve, así que lo pinté con cabello verde porque quiero que vuelva a tenerlo así - explicó

- Oh, ya veo ¿y ahora tu papi de qué color lo usa? - pregunté

- Negro - respondió Jihye de inmediato - dijo que ya no le gusta pintarse el pelo - contó

Yo relamí mis labios para no soltar una carcajada - Bueno, eso es porque mantener el pelo pintado es muy cansado, seguramente tu papi prefiere pasar tiempo con ustedes que pintarse el pelo - intenté explicar

- Además que papi es profesor - contó Jihyun - y dijo que en la escuela tiene que llevar el pelo negro para ser más f-formal - tartamudeó un poco

Yo asentí soltando una risa - En eso tienes razón, cuando uno es adulto debe tener una presentación sobria - 

- ¿Y usted en qué trabaja, señor Jeon? ¿Lo dejan tener el pelo pintado? - me preguntó Jihye

Sonreí enseñando mis dientes, intentando que no notara mi incomodidad - Bueno, en mi trabajo se me permite tener el pelo pintado, porque... - miré hacia el techo y apreté mis labios intentando crear una excusa creíble para los niños - porque en mi trabajo no se necesita ser tan serio como en una escuela - intenté explicar

Entonces, Jihyun me miró maravillado - ¡Woah! ¡Señor Jeon! ¡¿Qué son esos dibujos en su mano?! - preguntó enseñándole también a Jihye

Yo volví a reír - No son dibujos, Jihyun, se llaman tatuajes - conté

- ¿Y yo puedo hacerme uno? - preguntó emocionado

Hice una mueca - Tal vez cuando seas mayor. Ahora estás muy chiquito para hacerte uno - dije

- ¿Es el único que tiene? - peguntó Jihye emocionada también 

Negué con la cabeza y desabotoné el puño de mi camisa para levantarla y enseñar mi brazo derecho - Tengo muchos - conté - ¿Les gustan? - ambos asintieron emocionados

Entonces el timbre sonó.

- ¡Jungkook-ah! ¿Puedes abrir? Mi omega viene con algunos encargos - pidió en un grito Honey hyung

Me puse de pie y caminé hasta la puerta para ayudar al omega de mi hyung. Giré el pomo y la jalé hacia a mi. Fue cuando le vi, con el cabello negro tal y como lo habían descrito los cachorros.

Seguía igual de etéreo como lo recordaba.

Sus ojos me miraban sorprendidos, tal vez creyendo que yo era una ilusión al igual que mi mente lo pensaba en aquel minuto.

Omega, ¿Realmente eres tú? ¿O solo soy yo reflejándote en el omega de Honey?

Omega, ¿Realmente eres tú? ¿O solo soy yo reflejándote en el omega de Honey?

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Iba a subir este capítulo el lunes.
Pero después de Butter solo quería regalarles algo también.

¡Stream Butter!
Es tremendo arte 😍💜

Equals - Kookgi +18 (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora