Capítulo 5

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Ámame como yo lo hago

Jueves, 3 de julio.

Park Jisung siempre había sido un chico con bastantes amigos, desde que iba en el jardín infantil hasta la universidad. Primero había conocido a Jihoon, un niño que fue su compañero desde los tres hasta los cinco años, no recordaba mucho de él, para ser sinceros. Después apareció Sangnam, que fue su amigo desde los seis hasta los diez, lamentablemente su comunicación se había perdido cuando el chico se había marchado a Japón, aunque tenía a muchas personas a su alrededor que no lo hacían sentir solo. A los doce, conoció primero a Jaeno y Jaemin, aunque éstos iban un año mayor, luego rápidamente se fue integrando al gran grupo y conoció a Mark y Donghyuck, dos amigos inseparables que eran mayores un par de años más.

A los catorce, casi en sus quince, conoció a la persona que pondría su mundo patas arriba, pues él, a pesar de ser alguien con muchos amigos, era bastante pacifista y jamás estaba metido en ningún tipo de problema.

Eso fue hasta que llegó Chenle de intercambio con un par de personas más, porque todo cambió. Su conexión con el mayor fue casi de inmediato y hasta él mismo podía decir que inquietante, porque a pesar de haberse conocido recién, era como si se conocieran de toda la vida.

Encajaron perfectamente, todas sus locuras eran comprendidas por el otro, todas sus ideas, sus clases, sus risas. Absolutamente todo, en lo que Jisung se sentía solitario y extraño de alguna manera, fue complementado ante la llegada de Chenle.

Era por eso, que a pesar de sentir su corazón latir rápida y dolorosamente cuando tomaba el rostro de su amigo entre sus manos para besarlo, no podía dejar de verlo como su amigo. Porque Chenle siempre había sido su amigo y jamás dejaría de serlo.

Aún si quería abrazarlo, darle besos, acariciarlo, mimarlo y dormir junto a él. Jisung quería a Chenle como amigo y nadie podría cambiar eso, y ¿cómo no hacerlo? ¿cómo no quererlo de la forma en la que Jisung lo hacía si era tan bondadoso?

Sin problemas había aceptado a Renjun en su casa, y ni siquiera dudó en decirle a sus amigos chinos que se fueran a vivir con él cuando se enteró que estaban en riesgo. Chenle tenía un corazón puro, era amable y estaba casi seguro de que daría todo de él por las personas que lo rodeaban.

Y, aun así, Jisung no lograba darse cuenta del gran daño que le causaba, lamentablemente.

—¿Vemos una película? —Chenle preguntó a su lado, era un día sábado y ambos se encontraban acostados en la cama del mayor, Jisung con una tableta entre sus largos dedos leyendo unos artículos que le habían enviado de la universidad y Chenle jugando a algún juego que recién habían descargado en su celular, pero sintiéndose aburrido de todas maneras.

—Pensé que Yuqi y Yangyang estaban ocupado la sala de cine —comentó Jisung sin apartar la mirada del aparato y Chenle chasqueó la lengua, negando con la cabeza.

—No es una sala de cine, solo hay un proyector que proyecta las cosas que queremos ver en una pared enorme.

—¿Y en los cines qué es lo que proyecta las películas en las paredes enormes, Chenle? —alzó las cejas y el mayor arrugó la nariz intentando buscar una excusa, pero Jisung rió tocando su nariz suavemente con su dedo índice.

—De todos modos, si Yuqi y Yangyang están ocupándola podemos ver una película en la televisión e ingresar a Netflix. Debe haber alguna película buena —se encogió de hombros tomando el control remoto y apretando los botones necesarios para ingresar a la aplicación.

—Ni siquiera he dicho que sí y ya estas buscando una película —Jisung rodó los ojos, pero, de todas maneras, dejó la tableta en la mesita de noche y se acomodó mejor en la cama, pasando un brazo por la cintura del mayor y acercándolo más a su cuerpo porque era bastante cómodo ver películas abrazados.

Conexión: Nuestra mejor versión ↬ Chensung [NCT]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora