Diario de un Joven Desquiciado

Parte 29

Me costaba un poco creer que Alice estuviera allí, temía que mi ilusión tácita por verla haya hecho que mis ojos me engañen, tratándose solamente de una sobria ilusión.
Me acerqué a ella suavemente, no quería que me viera hasta que esté lo suficientemente cerca para poder hablarle, estaba tan nervioso como si fuera nuestra primera vez allí.

No podía perderla de vista, esta vez será diferente, no tenía un plan fijo, así que todo debía desarrollarse de forma natural.
Una nueva oportunidad se dio, La Luna quería verme triunfar, brillaba con gran fuerza y el viento comenzó a soplar muy suave como si se tratase de una brisa otoñal en pleno Verano.

Ya muy cerca pude verla claramente, se trataba de la misma Alice, poco a poco mi corazón comenzaba a presionarse.

Fue justo allí que ella me vio...ahora ya parecía muy inquieta, al fin estuve cerca de ella!

Alice: Eres tú...!
~Lo soy, no puedo creer que estás aquí!
Alice: Ya estoy por irme, así que será mejor que vuelvas a casa.

Justo en eso Alice intentó escapar.
Esta vez ya no se alegró al verme, supongo que merecía toda su indiferencia.

Alice: Me tengo que ir...no esperaba verte aquí, ahora ya se acabó mi descanso.
~Debo hablar contigo, tengo mucho que explicarte, desde ese día no he tenido la oportunidad de verte o hablarte.
Alice: No necesito hablar con nadie, ya estoy tranquila, así que no te preocupes...no quiero volver a esos falsos días en donde el sol brillaba solo en tus pasos, mientras las nubes ocultaban tu pasado, estoy mejor así.
Deja que me vaya, espero que tú sigas muy bien.
~¿Muy bien? Quisiera que eso fuera cierto, ya no he podido estar tranquilo, mi desesperación aumentó y cuando al fin pienso que todo está por terminar te encuentro nuevamente...Solo quiero decirte que lo siento.
Alice: Calla tus palabras por favor, te dije que ya no hacen falta explicaciones, debo irme ahora, tu deberías volver a casa, estás desorientado y puedes perderte fácilmente...así que ¡Adiós!