Primero que todo perdón por la tardanza. Me surgieron asuntos con los que no contaba.Y segundo, quiero pediros perdón por subir el capítulo hoy en lugar del lunes, pero, como algunos ya sabéis, tuve un examen muy importante y me fue imposible traerlo.
Otra cosita. Si algún día veis que no subo capítulo, id a las publicaciones de mi perfil. Allí subo los motivos por los cuales no hay capítulo y también os digo qué día lo subiré. Y si tenéis alguna duda también me la podéis preguntar por allí.
Sin nada más que añadir, os dejo con el capítulo.
• ────── ❋ ────── •
-Narrador omnisciente-
Cuando (t/n) soltó la cadena, ésta se tensó y el brazalete tiró con fuerza de la muñeca de Kokichi obligándolo a reprimir un alarido de dolor. Sentía que en cualquier momento le iban a arrancar el brazo. Con su mano libre, seguía agarrándose del podio; Kokichi no era alguien fuerte y sabía que no aguantaría mucho más.
Pero confiaba en ella. Por encima de todo.
(t/n) se alejó de él y echó un vistazo rápido a la sala, pero ni Monokuma ni Tsumugi aparecieron por ninguna parte. Se habían esfumado. Eso no era buena señal. Ninguna mente maestra dejaría que sus enemigos unieran fuerzas, y mucho menos para evitar una ejecución. A no ser que eso les condujese a un destino peor del que ya poseían.
(t/n) sabía que Tsumugi tramaba algo y que habrían consecuencias graves, pero no tenía tiempo para pensar en ello ahora. Tenía que salvar a Kokichi. Decidió centrarse en lo importante y aprovechar la ausencia de Monokuma y la mente maestra para rescatar a los demás, cruzando los dedos para que el remedio no fuese peor que la enfermedad.
Tan rápido como pudo, llegó hasta Kaito, quien estaba más próximo a ella. Se puso de puntillas, apoyó sus manos en los hombros del chico y lo zarandeó adelante y hacia detrás. Sin embargo, no obtuvo respuesta alguna. Nada. La esclerótica de los ojos de Kaito seguía siendo negra, como el interior de la sala por la que Kokichi estaba a punto de ser arrastrado.
—¡Kaito! —gritó ella, desesperada. Sabía que no lograría nada de esa manera, pero estaba bloqueada por el miedo—. Te necesito. A ti y a tu esperanza.
Silencio. Ni un solo suspiro. Ni un solo parpadeo.
A (t/n) se le formó un nudo en el estómago al pensar en todos los segundos que estaba perdiendo. Pensó en lo inútil que era y en que Kokichi moriría por su culpa. Aun así, hizo un esfuerzo por recomponerse. Se obligó así misma a olvidarse de la enfermedad que la estaba matando, de la traición de su amigo Rantaro y de la inminente muerte de Kokichi.
Después de todo, ella era experta en eso. En olvidar.
—Un rayo de esperanza, como una sonrisa fugaz en el cielo —murmuró (t/n)—. Fue lo que me dijiste la noche en que me hablaste de tu hermano. Así fue como Tsumugi te robó las esperanzas, ¿verdad? Lo utilizó a él.
A un hermano pequeño. Qué rastrero.
—Yo soy incapaz de devolverte las esperanzas —admitió (t/n), aún sujetándolo por los hombros—, pero tu hermano sí que puede hacerlo. Aún lo quieres; y él, donde quiera que esté, también te quiere. Ese cariño entre hermanos es imposible de romper, ni siquiera Tsumugi con sus malditos disfraces baratos.
ESTÁS LEYENDO
Atrapada en la ficción (Danganronpa V3)
FanfictionImagina despertar un día en el universo de Danganronpa V3 conociendo toda la historia. Eso es exactamente lo que le ocurre a nuestra protagonista. ¿Serás capaz de cambiar la historia de este killing game? ¿Podrás salvar a unos y como consecuencia ma...