Capítulo 11

13 0 0
                                    

Con Amara nos encontramos en la "sala de interrogación" que no es más que una de las celdas de contención con todos los cazadores encadenados a sillas o paredes. Ambas estamos paradas frente a ellos, algunos nos ven desafiantes, otros interrogantes y otros simplemente ni nos miran. Ellos no la conocen, pero es muy buena sacando información.

- Bien muchachos, esto es sencillo. Ya sabemos quién dio la alerta. El problema aquí, es que tuvimos que matar a dos de los suyos que merodeaban en nuestra frontera por su culpa. Así que... ¿Qué piensan hacer con esta situación? - todos se mantienen callados, por lo que continúo - ¿Van a tomar al clan en serio o tendremos que matarlos a todos?

- Mi reina, yo digo que los matemos. Nuestras chicas lo entenderán. Traicionaron al clan.

- ¿Por qué los humanos se traicionan entre ellos? Les estábamos dando la oportunidad de una nueva vida, sin guerras, sin enfrentamientos, conviviendo en paz con otras especies.

- ¿Y ustedes qué son? También son humanas. - el "líder" de los cazadores nos grita. Amara quiere lanzarse contra él por gritarme, de no ser por su autocontrol lo habría despedazado.

- Te equivocas. - no dudo en contestarle - Nosotras no somos humanas, somos amazonas, descendientes de ellas. Somos más fuertes y vivimos mucho más que los humanos.

- Es mentira, eso es solo una leyenda. No son reales.

- Si son reales, hace miles de años lo eran y lo siguen siendo, solo que hacen lo correcto y se ocultan de la humanidad. Pero... - miro a Amara para que ella continué.

- Pero ahora que saben de nuestra existencia y de la de ellas. Nos quedan menos opciones. Se quedan y obedecen o mueren, y yo prefiero matarlos. La traición se paga con muerte.

- Ya sé que haremos con ellos. Una sentencia publica. El clan decidirá si viven o mueren.

- Entonces morirán. El clan no perdona las traiciones.

- Dejémoslos a la espera de su sentencia publica, el clan los hundirá y se darán cuenta que no deben desafiarnos. Hagamos los preparativos. Vamos Amara.

- Si reina.

Dejamos atrás las celdas, escuchándolos gritarse entre ellos echándose la culpa de quien había causado este desastre. Al salir del edificio llego con nosotras corriendo Makle y Emma.

- Reina, encontramos la ubicación de la manada de osos, esta algo lejos pero en un día más o menos, con caballos podríamos estar por esa zona. - Emma no tarda en darme un papel con la ubicación.

- Dásela a mi padre, él ya fue una vez, aunque fue hace mucho, tendrá una mejor idea del terreno.

- Si reina. - Emma sale corriendo a buscar a mi padre.

- Makle, ve con Amara, busca a tu padre, guerreros del clan y los lobos guerreros, necesito un altar para sentencia publica, esos cazadores serán juzgados por la voz del clan.

- Si reina. - dicen ambas antes de marcharse. Me quedo ahí de pie, observando la paz del clan. Desde este punto se puede observar la zona de cultivos, con las chicas trabajando junto a sus parejas, la zona de viviendas, y la zona que usaremos para expandirnos.

La zona de expansión es grande, y por suerte la magia de Makle y Derek permite que siga dentro de los límites, pero traer a toda la manada, haría que no tuviéramos lugar suficiente, tal vez construcciones en alto, como los humanos. Escucho pasos detrás de mi, y luego siento unos grandes brazos abrazarme por la espalda. Sonrío sin dudarlo.

- Hola lobito.

- ¿Cómo sabías que era yo?

- No hay mucha gente del clan que abrace a la reina sin permiso.

El clan Savage Moon: Luna salvajeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora