Alain en multimedia
Aquí estoy, con mi clan, esperando a que lleguen las últimas personas para emprender el viaje. Alain se encuentra junto a mí, mientras finalizamos el recuento para que no falte nadie.
-Bien, ya están casi todos, ya saben hacia donde tienen que ir y cuáles son las reglas. Así que les deseo suerte y recuerden, no dejen rastro. - con esto cada integrante sale en busca de su "personita especial" y yo también salgo a ello.
***
Horas más tarde
Nunca me paso de que estuviera sola buscando a una persona, esto va a ser interesante. Ya llevo varias horas caminando por el bosque, y es extraño que me encuentre justo en esta zona, la zona de lobos, suerte que traje mi equipo por si deciden atacarme, mis preciadas flechas con punta de plata y mis espadas de plata.
Escucho ramas romperse cerca de mí, y decido escalar uno de los árboles. Una vez arriba, decido tratar de esconder mi olor para que los lobos no me encuentren, así que saco uno de los frascos que Makle me dio y me rocío con su líquido. Escucho otra vez las ramas pero esta vez también escucho voces. Miro hacia abajo y veo un grupo de cinco hombres. Uno de ellos debe ser su líder, el alpha, por su postura y por la forma en que todos mantienen espacio a su alrededor. Los ignoro y miro devuelta el radar y me doy cuenta que marca justo debajo de mí, al grupo de lobos. Lo que me faltaba, tener un lobo como futuro rey del Savage Moon. Veo que se alejan de a poco y decido bajar del árbol. Una vez abajo decido que debería seguirlos, pero con su gran audición sé que me escucharían, así que me mantengo lo suficientemente alejada de ellos. El radar en mi muñeca vibra, al mirarlo descubro que me marca que mi pareja está justo a mí lado, pero... si no hay nadie. Levanto la mirada para llevarme un gran susto, hay un gran lobo negro parado justo delante de mí. Genial, ya se transformó, debe pensar que soy una intrusa, aunque de hecho lo soy, pero al no tener mi olor no me reconoce. Decido hacer lo que mejor sabe hacer mi pueblo, no armar guerra y menos con tu pareja. Así que me siento en el suelo, el lobo de ojos amarillos me mira sin comprender lo que hago. Me descuelgo mi arco y mis flechas y desengancho mis espadas y las dejo en el suelo. El lobo aún tiene esa mirada de no entender nada. Así que sin dejarme otra opción, tomo otro frasco de Makle y me rocío con él, volviendo a tener de esta forma mi olor. El lobo se abalanza sobre mí y me traba con sus patas y hace lo que menos esperaría, me lame la cara. Se quita de encima de mí y se destransforma dejando a un bello hombre de cabello negro y ojos color miel. Me da la mano para levantarme y me abraza, comienza a olisquearme y dice...
-Mía - aprieta demasiado fuerte.
-Oye grandulón, podrías soltarme, vas a romperme algo. - me suelta inmediatamente - Gracias. Ahora lobito, debes venir conmigo, si no quieres será por las malas.
Me mira y sus ojos cambian a un color dorado - No te irás de mí lado mí Luna - dijo luna, genial es un alpha.
-Bien, eres el alpha lo comprendo, pero debo volver a mi pueblo contigo, quieras o no, no me quedaré en tu manada alpha... - lo miro esperando a que me diga su nombre.
-Nícolas, Nícolas Black, y tu mi bella luna ¿Cuál es tu nombre?
-Soy Regina Hampton, y vuelvo a decírtelo, tienes que venir conmigo. Ya sabía yo que no me tocaría un humano como pareja.
-¿Pareja? - asiento - ¿Ya sabías que me encontrarías?
-Algo así, soy la reina del clan Savage Moon y yo soy la reina número cuatrocientos y tenemos una "maldición" por así decirlo, que cada doscientas reinas, a ella le tocará una pareja fuera de lo común. A la reina doscientos le toco su media naranja...
-Un brujo.
-Así es, la bruja de nuestro clan desciende de ella. Y yo soy la cuatrocientos y aquí estamos, un hombre lobo y alpha para agregar.
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El clan Savage Moon: Luna salvaje
WerewolfEn el clan Savage Moon cada doscientas reinas hay un cambio en las parejas predestinadas, la primera se topó con un brujo, es turno de la segunda... Regina, la número cuatrocientos. ¿Qué le deparará el destino?