Amara y las gemelas en multimedia
Estamos dentro. Al fin en casa. Mi mano izquierda aún unida con la suya. Siento paz, en mi clan y con él. Pero a diferencia de mi, los tres lobos están asombrados e incómodos por las miradas de todos los miembros. Mi padre deja a Jake en el suelo, provocando que Makle y su padre, un hombre muy parecido a ella, mismo cabello y piel, la única diferencia es que sus ojos son marrones, se acerquen, ella con un hechizo hace levitar a Jake y antes de marcharse, se detiene ante mi y Nícolas, se inclina y dice...
- Bienvenidos mis reyes. - para irse seguida de su padre, y Jake a sus espaldas, por supuesto todos los dejan pasar.
Y de repente todo estalla. Las guerreras exigiendo que resuelva el conflicto entre especies, la corte que no hay espacios, y así y todo, me mantuve en calma. Todos gritaban unos sobre los otros, va, todas, los hombres no reclamaban, es más se encuentran al fondo, o al lado de sus parejas si forman parte de la corte, pero aún así sin opinar. Nadie iba a guardar silencio si no gritaba, pero tres lobos sensibles de oídos, debía decirles. Apreté la mano de Nick, al mirarme, le dije sin que saliera sonido que iba a gritar y que avisara a Neik y Dan. Cuando ellos se cubrieron los oídos grité, más fuerte que otras veces. Mi corte y las guerras junto a sus parejas, guardaron silencio y se arrodillaron, incluidas las gemelas que se encontraban a unos pasos de mí. Las otras especies, se cubrieron los oídos sin entender que sucedía. Ahora todos me prestaban atención. Ahora podría resolver las dudas de la corte.
- Ahora que tengo su atención y se puede hablar civilizadamente. La corte expresará de forma gradual, su descontento. - ninguna habló, eso solo me hace verlas y ver que mis dos eslabones fuertes no están - ¿Dónde están Alain y Amara? - se miran sin saber donde se encuentran - Bien, díganles que las busco, hay reunión de la corte en el salón. Y que la líder de las ninfas y de las hadas vengan. Nosotros, - digo señalando a los tres lobos y a mí - iremos a la casa, necesitan arreglarse.
Marchamos, yo delante y ellos siguiéndome, el clan se aparta. Tardamos unos minutos en llegar. La casa es grande, y como todas las demás es de madera, pero al entrar se ve mil veces más grande que por fuera, aunque es un tanto exagerado. Lo que tienen todas las casas del clan es que están hechizadas, se construyen simples y con un hechizo se vuelve mas grande en el interior sin modificarse su estructura original. Los tres hombres a mis espaldas no pueden creer que este lugar sea más grande que la casa del alpha en la manada. Deben aprender mucho aún. Me dirijo a subir las escaleras y ellos aún me siguen. Subo al primer piso, y paso unas tres puertas del pasillo antes de abrir la de la derecha, mi habitación. Abro lentamente sabiendo que Luan estará dentro y posiblemente Maite cuidándola. Y así es, ambas sentadas en mi cama. Maite al verme se levanta rápidamente y cuando esta por reverenciarme la detengo.
- No hace falta Maite, ve a buscar al resto de la corte y reúnete en el salón. - se va asintiendo. Me adentro mas en la habitación. - Te ves bien. - elogio a Luan. Mi ropa le queda un poco grande porque soy más alta, solo un poco. - Te falta algo. - ella abre los ojos y se mira. Me acerco al armario principal y al abrirlo busco una de las cajas de arriba, al alcanzarla la bajo y de dentro saco un collar con el símbolo del clan y una piedra roja. Guardo la caja y voy hacia ella. Se lo entrego. - Esto te pertenece. - me mira sin entender - Te pertenece, ahora eres parte del clan y ahora también parte de mi corte. El collar lo llevan los miembros de la corte, que en si somos todas mujeres, a excepción de mi padre como el rey y de Jake, como el único vampiro. Pero ahora tienes tu puesto como su pareja. Por eso tu piedra es roja. - le ayudo a colocárselo - Si me das unos minutos cambiaré mi ropa, y ustedes tres, - digo señalandolos - también deben cambiarse. - salgo de la habitación y los cuatro me siguen, es gracioso, nunca tuve séquito y ahora tengo uno muy extraño. Entro en otra habitación y comienzo a buscar en las cajas en los estantes, hasta que doy con lo que busco. Saco la ropa para los tres lobos, espero que les entre, ellos son más grandes que mi padre a esa edad. Apoyo la ropa sobre una mesita que se encuentra allí. Al dejarla me giro hacia ellos. - Espero que les quede, ustedes son más grandes que mi padre de joven. Tal vez les resulte extraña la ropa en cuanto a lo que acostumbran, pero en el clan hay varios tipos de vestimenta. - levanto un dedo - La que usamos habitualmente es como esta, un estilo medio bohemio. Es más cómodo para todos y no discrimina por especies. - levanto otro dedo - La ropa de batalla, como la que aun uso, y - levanto un tercer dedo - la ceremonial. Esa es un tanto anticuada, y aún no puedo cambiarla. Mientras cámbiense, los espero frente a mi habitación. Vamos. - tomo a Luan de la mano y volvemos a ingresar a mi habitación. - Esperame mientras me cambio.
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El clan Savage Moon: Luna salvaje
Про оборотнейEn el clan Savage Moon cada doscientas reinas hay un cambio en las parejas predestinadas, la primera se topó con un brujo, es turno de la segunda... Regina, la número cuatrocientos. ¿Qué le deparará el destino?