Capítulo 3

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Nícolas en su lado lobuno y humano en multimedia

Siento una mano acariciando mi cabello. No sé como pero sé que es Nick. Mi cabeza, mi brazo, mi cuerpo duele horrores. La poción hizo efecto, eso es seguro, solo que debió tardar por lo que se tardo en aplicar. Quisiera poder abrir mis ojos, pero no puedo. Me siento incompetente, soy una reina, no puedo estar postrada en una cama, debería estar buscando como comunicarme con el clan y entrenando. Yo puedo, debo despertar, soy Regina Hampton, reina del clan Savage Moon, el mejor pueblo de mujeres guerreras. ¡Arriba! Abro mis ojos al fin y me encuentro con esos hermosos ojos mieles rodeados por unas inmensas manchas negras. Ohh Nick, ¿Cuánto tiempo estuviste ahí? Me dedica una pequeña sonrisa y no puedo hacer otra cosa que devolvérsela.

- Hola - me dice suavemente, como si fuera de cristal y pudiera romperme en cualquier momento.

- Hola - es lo único que logro responder, tengo la garganta seca y él lo nota. Estira su brazo hacia un lado y me entrega un vaso con agua. Me percato de que esta sentado sobre la cama a mi lado derecho y mientras me incorporo un poco con su ayuda observo a mi alrededor. Esta no es la habitación donde estuve anteriormente. Tomo un poco de agua mientras sigo observando. Paredes blancas, muebles oscuros casi negros, dos puertas más allá, supongo que el baño y un armario, además de la puerta de entrada. La cama es gigante, entran como cuatro yo aquí, nunca vi algo así, tiene sábanas oscuras, azules, al igual que su acolchado. No entiendo en donde estoy, y se lo hago saber con la mirada cuando dejo el vaso a un lado.

- Ésta es mi habitación. No te dejamos en otra porque quería asegurarme de que estuvieras bien... estos días fueron difíciles...

- ¿Días? ¿Cómo que días?

- Estuviste dos días durmiendo, un médico de la manada vino a verte y dijo que era normal ya que tu cuerpo estaba regenerándose con ayuda de la poción pero que aún así necesitabas descanso y que despertarías cuando te sintieras recuperada.

- Yo... lo siento, no debí causar tantos problemas, creo que soy la reina más patética del mundo...

- No lo eres, no digas eso, eres la luna más magnífica que me pudo haber tocado. Eres lista, bonita, astuta y defiendes lo que crees y a los que quieres con uñas y dientes cual loba, como lo hiciste con la pequeña Luan. No quiero que vuelvas a sentirte así, si tu sola puedes sacar a delante un reino...

- Clan...

- Eso, puedes contra todo, solo es que nosotros no sabíamos como actuar ante lo que te sucedió. Dejame recompensártelo mi luna. Castigaré a esa loba y luego haremos lo que desees.

- No quiero que la castigues...

- ¿Cómo que no? Es lo que se merece por haberte herido.

- Pero no así Nick, supongo que ustedes tienen sus métodos para hacer las cosas, pero en el Savage... todo es muy diferente, nadie atacaría a un desconocido y menos si esta en compañía de alguien de los nuestros, solo porque le contesto mal o lo desafió, tenemos un pequeño lema por así decirlo, va, poseemos dos. El primero dice " haz la paz y no la guerra y menos con tu pareja" - él suelta una pequeña risa - no te rías, es muy serio, y el segundo...

- El segundo... ¿Qué?

- Cualquier miembro que ataque a uno de los suyos no solo sera desterrado, sino que se le borrará la memoria, a su vida, el clan nunca existió, nunca fue nadie, y no hay forma de recuperar esos recuerdos, se lo deja abandonado en el bosque, y si pasadas dos semanas no se alejo lo suficiente... se procederá a matarlo...

- Si que sus reglas son extrictas...

- Son así desde que se creo el clan y eso nos mantiene en paz y armonía, nadie desafía a nadie, todas las especies convivimos en paz dentro del clan, si conocieras el lugar... no querrías salir.

El clan Savage Moon: Luna salvajeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora