Capítulo 10

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Ya cambiada y aseada, salgo de mi habitación, para encontrarme a Nick esperándome. Él seguía vestido con los antiguos trajes de mi padre y yo con otro de mis vestidos del clan y todas mis pulseras y collares, solo me falta el casco de plumas. Comenzamos a caminar hacia la sala de la corte, parece que últimamente pasaré mucho tiempo en ella. Caminamos en silencio, lo miro de reojo y sé que algo está maquinando y quisiera saber el qué.

- Vamos, dilo, no te lo guardes.

- Sabía que no podíamos confiar en ellos, esos malditos cazadores.

- Tranquilo, esto es fácil de solucionar, el problema realmente es que la muerte de estos que vinieron en su búsqueda no alerte a más cazadores. Eso comenzaría a ponernos en la mira, al menos a la zona, y complicaría los patrullajes y rescate de ninfas y hadas.

- Tienes razón, hay que buscar la manera de despistarlos.

- Creo tener una idea de cómo hacerlo...

Atravesamos la puerta a la sala de la corte, y lo que creí que sería un revuelo, resultó ser un lugar organizado y esperando por órdenes. Tomo asiento junto a mi padre y Nick a mi otro lado. Todos están atentos a lo que diré.

- Bien, como ya es de conocimiento de todos, los cazadores que habían ingresado como compañeros de algunas de nuestras chicas, dieron alerta a los suyos, dos de ellos fueron interceptados por Ella y por mí en la frontera y los matamos. Lo que me lleva a cuestionarme si con la muerte de ellos no vendrán más. Alain, dime qué opinas.

- Te diría que los matemos y sé que Amara y las gemelas piensan igual. El resto se opone, ya que implicaría dejar a las chicas sin pareja destinada, aunque ellas lo entenderían, la integridad del clan va por sobre las parejas, siempre fue así. Reina, rey, ¿Qué dicen ustedes al respecto?

- Yo creo en un ultimátum. - mi padre es como decirlo, fan de los ultimátum, dice que le da el poder de la última oportunidad a quienes lo traicionaron, nunca supe que fue antes de ingresar al clan, pero debió ser un hombre involucrado en las leyes - Que se dejen de juegos, como aparezca un solo cazador más por nuestros límites, no solo morirán los que vengan sino ellos también. El clan es primero, y dado que las jóvenes y ellos aún no interactuaban, no será para ellas difícil de comprender la traición que generaron al clan. Hija, ¿Qué piensas?

- El ultimátum me parece buena idea, pero tengo algo que agregar. Cuando seguía a los intrusos, ellos hablaban de que un animal salvaje se hubiera comido a sus compañeros. Si un animal salvaje los hace dudar de venir al área, les daremos uno.

- Pero mi reina, - Trish es quien decide romper su silencio - un animal, lo único animal aquí, sin ofender, son los lobos, y como salvaje a Jake, quiere una mezcla de un lobo sediento de sangre... no comprendo.

- No. Yo pensaba en algo fuera de lo común para los cazadores. Los licántropos y vampiros son algo a lo que ellos acostumbran a combatir. Pensaba en leones, aunque nuestra zona boscosa sería confusa para que hubiera de ellos aquí.

- Espera, - Alain se ve confundida, al igual que todos - quieres decir que invocarías al clan de hombres leones para camuflar nuestro territorio, los pondrías a ellos en peligro.

- Sabes que no pienso poner a nadie en peligro. Aun así, los leones en el bosque sería algo que les llamaría la atención. Estoy segura de que en algún momento debió haber algún miembro que se haya quedado en una manada de otros cambiaformas, no lo sé. Debe haber algún registro.

- Ahora que lo dices hija, si lo hubo. Fue una amiga de tu madre, su nombre era Sarah, eran tan unidas como Alain y tú. En esa búsqueda tu madre no salió ya que estaba embarazada de ti, pero era la oportunidad de Sarah para encontrar a su compañero, así que ante la insistencia de tu madre fue por él.

- No volvió, ¿No es así?

- No, no lo hizo. Así que partimos junto con la madre de Amara hacia la ubicación. Era un lugar bastante extraño a decir verdad. Cuando llegamos, pensamos que estábamos en los bosques profundos, pero al igual que aquí, había una pantalla, una barrera. La atravesamos, no sé cómo en realidad. Adentro una comunidad bastante extraña nos recibió, había osos, tan grandes que los lobos se ven pequeños, y eso que su especie es bastante grande en tamaño. - dijo mirando a Nick que lo escuchaba atento, sorprendido al igual que el resto de los presentes en el salón por la historia - Se nos abalanzaron sin miramientos, junto con ellos humanos que lanzaban hechizos. Tu madre sin pensarlo grito. Todos se detuvieron ante una voz de alto. Era Sarah. Ella venia junto a un hombre moreno, él le pregunto si nos conocía, y ella dijo que éramos de su antiguo hogar. Todos se abrieron paso cuando Sarah corrió hacia tu madre y ambas cayeron al suelo abrazadas, llorando. Ambas sabían que tal vez nunca volvieran a verse. Los osos se transformaron en humanos. Fuimos guiados hasta la casa en la que vivía Sarah. Nos explicaron que su manada estaba constituida por cambiaformas osos y druidas, y que aunque se formaran parejas entre ambas especies no obtenían las habilidades de ambas. Él era un druida al igual que su madre. Como sabrá, las leyes del clan dicen que si este necesita de su guerrera o viceversa, están comprometidos a ayudarse.

- Entonces deberíamos intentar tomar contacto con Sarah, y pedirles ayuda. Makle probablemente tenga la ubicación, por lo que dices, debió ser dada por su madre.

- Así es. Ve, da el ultimátum a esos cazadores, que Emma vaya por la ubicación. Iré a prepararme.

- ¿Prepararte?

- Aunque tu deber como reina es ir, Sarah nunca te conoció, así que lo mejor es que vaya contigo.

- Tienes razón, como creer que soy del clan aunque tenga el emblema. Emma ve con Makle, en cuanto tengas la ubicación búscame, estaré con Amara charlando con los cazadores. Luego resolveremos los demás asuntos.

- Sí reina.

- Nick, ayuda a mi padre a preparar lo que necesitemos para el viaje y diles a Dan y Neik que quiero que trabajen en conjunto con la corte para la expansión y construcción, la fuerza vendría bien en estos momentos. Ali, quedaras a cargo en cuanto nos vayamos. Amara, vamos a las celdas.

El clan Savage Moon: Luna salvajeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora