22. Brave Shine

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El fuego de la fogata ardía lentamente. Todo el mundo se había congregado a su alrededor repartiendo la comida en pequeños tarros y platos metálicos mientras reían y discutían acerca de lo que había sucedido durante el tiempo en que los tres equipos partieron caminos.

La cruz en el centro era la que más ardía y su luz, podría creerlo sin mucho esfuerzo, era vista desde cualquier punto del universo donde sería tratada pot todas las estrellas como una más en el espacio.

Desde donde me encontraba veía con atención hacia mi tripulación. Mikaela hablaba con Früh acerca de sinsentidos mientras que Calypso se resistía a las miradas de Laika, que había salido de su escondite en cuanto comenzó el baquete; Monica estaba hablando con Eclair, posiblemente acerca de los medicamentos por los usuales dolores de estómago que la molestaban.

Alcé la mirada hacia las pequeñas particulas de plasma que se elevaban de la cima de la fogata. Tras ella, el Ark Royal de Saint Gloriana se alzaba junto a los otros tres portaaviones. Me preguntaba si, en el momento en que volviese a entrar, los fuegos fatuos aparecerían y me guiarían nuevamente hasta Craigh Na Dun donde, si era propicio, saltaría en el tiempo hasta donde mi alma creyera necesario. Pero yo sabía que, incluso si esto pudiese suceder, no avanzaría ni retrocedería en el tiempo; mi alma conocía bien el lugar en donde debía estar.

Darjeeling se paró junto a mí. Traía el distintivo suéter del uniforme de Saint Gloriana y en sus manos la acompañaban una taza de té y un pequeño plato. La joven tomó un sorbo de su bebida para hacerme percatar de su presencia y luego bajó el posillo de una manera casi ruidosa por si no había escuchado la primera vez. Entonces alzó la mirada y observó hacia el buque de su escuela.

—Parece que te debo una disculpa —dijo —. Consideraba tu causa como una que no podría dar cabida y que traería el fin de cualquiera que deseara participar en ella. Pero, ahora puedo ver un acto noble dentro de ella.

—Ella también hace un acto noble —dije —. Nos guste o no su manera de actuar, debemos percatarnos de eso. Mara es la única que ha actuado de esta manera.

—La nobleza es cruel en ciertas ocasiones.

Di un suspiro al mismo tiempo que Darjeeling volvía a beber té. Llevé mi mano hacia el pecho, sintiendo allí el anillo y el cuarzo. Apreté un momento el agarre sobre estos, recordandome que todavía no había encontrado la manera de rescatar a Maho. No importaba lo que pensase en ese momento, cualquier cosa hacia que mi mente volviera a ella.

—¿Cuál es la razón para que estés aquí, Darjeeling? —Solté el collar y bajé la mano hacia el mango del sable.

—¿No te lo puedes imaginar fácilmente? Tal cual como tú haz encendido la Crann Tara, Saint Gloriana ha hecho lo mismo y ha respondido afirmativamente con los sucesos recientes.

Pensé un momento en sus palabras. Saint Gloriana había decidido no involucrarse abiertamente debido a que no deseaba generar algún inconveniente con Mara en Kuromorimine. Permitieron el despliegue de solo tres vehículos blindados que, durante el tiempo que pasamos en Bellwall, estuvieron con Akihiro. Aquello que Darjeeling acaba de decir indicaba que habían cambiado de decisión y que, posiblemente, darían cabida de ya una fuerza completa de tanques por parte suya.

—Así que esa es su nueva respuesta.

—"Nos encontraremos donde no hay oscuridad"

—George Orwell, 1984 —respondí.

—Veo que aún no has descuidado tus saberes —volvió a tomar de su té —. El parlamento cambió su decisión inicial al ver las victorias que se han adjudicado. Buscan que Saint Gloriana también tenga participación porque desea también un mordisco de aquel postre.

Serie Fanfic Girls Und Panzer #3 - Jauría de Lobos y LeonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora