Capítulo 14

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El día para Wooyoung había iniciado de buena manera, la verdad es que su mañana había sido muy relajada y él hasta el momento estaba en paz con el mundo y consigo mismo.

Esa mañana se tuvo que ir a casa de su padre ya que le correspondía pasar los siguientes días allá y para su grata sorpresa nadie estaba en la casa por lo que pudo disfrutar algo de silencio y de paso le robó unos brownies de JaeHyun que estaban en la encimera de la cocina. Puede que después de haberse comido uno JaeHyun lo dejara sin oxígeno, pero el bastardo se había conseguido la receta de los brownies de Felix y sería una ofensa no comerlos.

Luego de firmar su acta de muerte, Wooyoung fue a trabajar sin problema alguno. Pero al momento de ir al aviario se dio cuenta que cada vez habían menos aves, lo cual fue algo aún más preocupante. Le preguntó a un chico que pasaba por ahí y él le dijo que se habían llevado a todas las aves que presentaron síntomas de rabia.

Después de trabajar unas horas llegó la hora del almuerzo y lo primero que hizo Wooyoung fue saltar por la ventana (Literalmente) para dirigirse hacia el P.C.I y buscar a San para pasar el rato con él. San lo había invitado a almorzar ya que tenía dinero suficiente para que pudieran comer los dos y el chico se veía muy orgulloso y feliz de si mismo por poder invitar a comer a Wooyoung.

Obviamente Wooyoung al principio se negó a que San pagara el almuerzo de los dos con aquel dinero que se había esforzado en ganar y ahorrar, pero San le dijo que quería gastar este dinero en algo que le trajera un buen recuerdo. Pero de todos modos Wooyoung iba a pagar su parte o trataría de pedir lo más barato para que San no gastara todo. 

Al llegar al P.C.I se dio cuenta que había poca gente y eso que ya eran cerca de las una de la tarde más o menos. San estaba en el puesto de Christine limpiando la hoja de una espada y Wooyoung caminó hasta el puesto y miró a San con una sonrisa. El chico se percató de su presencia y dejó de limpiar la espada para mirar a Wooyoung a los ojos.

-Llegaste temprano. - Murmuró San con una sonrisa.

-Me gusta la puntualidad, y más si tengo un asunto de suma importancia con alguien muy importante para mi. -

Las mejillas de San se tiñeron de color rojo mientras soltaba una pequeña risa y Wooyoung le guiñó un ojo mientras mantenía la misma sonrisa de imbécil enamorado. Porque en eso se había convertido, un pobre y lindo imbécil enamorado.

El ambiente era uno muy agradable, ambos estaban en silencio mientras se miraban. Pero no era un silencio incómodo, Wooyoung fácilmente podría quedarse mirando los bellos ojos de San por mucho rato.

-Yo podría fácilmente ser violinista oficial. - Comentó Christine mientras limpiaba un hacha que tenía sangre. - Wooyoung, no se coquetea con mis empleados en mi presencia. Porque después me siento sola. -

-Tú renunciaste a la vida amorosa por tu negocio de hachas usadas y espadas para cortar pan. No me vengas con pendejadas. - Habló Wooyoung y Christine le lanzó el hacha. Para su suerte le rozó la oreja.

-Esa espada que está limpiando San es capaz de cortarte los huevos. Pregúntale al señor de la esquina que tan eficaz es. -

San de inmediato dejó de limpiar la espada y se limpió las manos con otro trapo mientras miraba la espada con desagrado total. Wooyoung miró a Christine con una mueca y la chica tomó la espada para evaluar que estuviese limpia y se la llevó para colgarla. Okey, ahora se hacia una idea de porque Christine estaba más sola que una nube en el cielo despejado.

Wooyoung miró a San y el chico tomó sus cosas para salir del puesto de Christine y mirar a Wooyoung con una sonrisa. Había una zona de comida bastante cerca así que irían a comer allí, aparte porque después San tenía que volver a trabajar con Christine y después ir a los campos de cosecha. Por lo que le contó San habían llamado a todos los trabajadores para que volvieran a cultivar lo perdido.

Relatos de Tierra y Viento II (WooSan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora