Capítulo 5

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El comienzo de un nuevo día era el martirio de Marinette. Tikki se encontraba gritándole en el oído que debía despertar mientras que los demás kwamis intentaban hacer ruido para ayudar a Tikki. Marinette se durmió muy tarde sabiendo que tenía escuela temprano. Como de costumbre, ya era tarde y en unos cuantos minutos su primera clase del día comenzaría. Por fin lograron despertarla y la chica se levantó muy apresurada, lo cual le provocó un mareo.

Se fue sin desayunar y tuvo que regresar a su casa nuevamente por su mochila. Era una chica muy olvidadiza. Por suerte, su amorosa madre le empacó en su mochila su lonche para sobrellevar el día con algo de alimento en el estómago. Volvió a despedirse de sus padres y salió corriendo en dirección a la escuela.

Al llegar ahí, la maestra le llamó la atención y ella se fue directo a su lugar sin decir una sola palabra. Su mejor amiga Alya, le preguntó que si había desayunado esa mañana a lo que Marinette respondió con un "No". Las horas pasaron y como siempre, Alya tuvo que pasarle parte de sus notas a Marinette porque se distraía muy fácil y sin querer, se quedó dormida durante 2 clases.

Por otra parte, para Adrien no hubo problema en despertar. Ya estaba acostumbrado a los malos horarios que tenía su trabajo de modelo. Sus pensamientos se calmaron al ver a Marinette entrar por la puerta. Estaba comenzando a culparse a sí mismo por no haberla dejado dormir, más bien, Chat Noir. Sintió alivio pero eso se esfumó al voltear para hablar con Marinette y encontrarla dormida sobre su escritorio. No pudo evitar darle una mirada de ternura porque ella se veía tan linda.

Su mejor amigo Nino, lo golpeó en el hombro para que dejara de ver a la chica y Adrien se reincorporó rápidamente. Nino se burló en silencio de él y Adrien insistió. "Ella es sólo una amiga". Nino volvió a reír y le regaló una mirada de complicidad a su novia Alya, quien se encontraba detrás de él. "Esa mirada decía lo contrario, eh". Nino y Alya rieron pero dejaron a un Adrien confundido y pensativo.

Marinette despertó antes de receso y Alya se burló de ella. Ambas salieron juntas a comer y Nino se sumó. Los 3 se despidieron de Adrien, pues el era obligado por su padre a ir a su casa a almorzar y después regresar a la escuela y continuar con sus clases del día. Adrien los despidió alegremente pero Marinette le entristecía un poco que el no tuviera libertad como todos.

Estaban apunto de marcharse cuando Marinette escuchó la voz de Adrien llamándola. La chica volteó con el corazón latiéndole rápidamente imaginándose todo un escenario en su mente acerca de Adrien confesándole su amor eterno. Todo esto se vio interrumpido cuando Marinette escuchó que le preguntó algo.
—... mi mochila? —Marinette respondió rápidamente sin tener idea de qué era lo que le había preguntado.
— Sí, ¡por su puesto! Mi amo... ¡Mi amigo! —Adrien sonrió y le entregó su mochila a Marinette.
— En verdad, muchas gracias. No me tardo. ¡Adiós!

Marinette volteó a ver a Nino y a Alya completamente en pánico al tener la mochila de Adrien, de su Adrien, en sus manos.
— Adrien. Mochila. Mochila de Adrien. ¡Alya! ¿Por qué tengo la mochila de Adrien en mis manos? —Alya rodó los ojos y Nino rio.
— "Adrien. Mochila" te acaba de pedir que le cuides su mochila en lo que regresa de almorzar porque la última vez la olvidó en su casa. —le dijo Alya y Nino pasó su brazo alrededor de los hombros de ella.
— ¿Adrien me dio su mochila? ¿A mi?
— Sí, Marinette. Así que cuida bien esa mochila porque debe ser más cara que la de nosotros tres juntos. —le dijo Nino en forma de burla. Al chico le causaba gracia la manera en que era tan notorio que su amiga estaba enamorada de su mejor amigo y al parecer Adrien era el único que no se daba cuenta.

— Claro que sí. La mochila de Adrien. — Marinette abrazó la mochila contra su pecho y suspiró enamorada.

Alya no podía creer lo ciegos que eran sus amigos. Podía jurar que Adrien también sentía algo por Marinette.

Adrien le había dejado su mochila a Marinette para tener una razón específica para volver a hablar con ella. Quería comenzar a ganarse su confianza al igual que Chat Noir hizo aquella noche. No debería ser tan difícil, ya que eran la misma persona. Marinette fue su primer amiga en Françoise-Dupont. Esa chica de
coletas fue la primera persona que lo hizo reír de verdad desde la muerte de su madre. Eso significaba demasiado para él y si él podía regresarle la verdadera alegría a su amiga, lo haría.

Lamentablemente no pudo regresar a la escuela por su mochila. Había una alerta de akuma y vio a Ladybug columpiarse por los tejados de la ciudad. Era hora de transformarse. El día apenas estaba iniciando para los héroes.

One Last Time - Marichat -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora