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Les prometo que este capítulo va a ser el único en el que narren cosas así. Los demás van a ser normales, sin cosas feas, ¿vale? ):

Tw // mención de abuso (solo en este capítulo) no se describe en ningún momento, pero si les incomoda o son sensibles con este tema, pueden pasar hasta el banner, a partir de ahí pueden continuar.



La noche había caído antes de que Renjun se percatara. No llevaba en cuenta cuántos minutos llevaba andando, pero sabía que al menos llegaba a los cuarenta. Después de salir a merendar con Jeno, había ido a su clase de piano. Como todos los días, desde que iba al conservatorio, volvía caminando a su casa, a pesar de esta estar algo lejos; le servía para hacer algo de deporte. Su madre nunca había estado del todo de acuerdo, el que su hijo, de tan solo dieciséis años, anduviera solo en la oscuridad no era un plan que le agradara mucho. Sin embargo, su hijo había insistido tanto en que tendría cuidado, que la mujer había decidido confiar en sus palabras.

El frío aire no tardó en golpear su figura, a Renjun nunca le había gustado el mes de enero, pues en su ciudad hacía un frío húmedo, que te helaba todo el cuerpo aun si tan solo llevabas la nariz descubierta.

Unos pasos comenzaron a escucharse a lo lejos. Confundido por no haberlos oído antes, el joven adolescente detuvo su paso, advirtiendo cómo el sonido de las pisadas sobre la nieve también se silenciaba. Con los oídos alerta, colocó bien su gorro y siguió caminando lentamente, manteniendo la calma.

Esa calma no tardó en desaparecer.

Cuando menos se lo esperó, unos fuertes brazos lo estamparon contra la pared, la cual, daba a un oscuro callejón. Aún sin saber bien lo que estaba sucediendo, Renjun consiguió escapar de los velludos brazos, recibiendo un golpe después en la cabeza que lo tiraría al suelo, dejando que su cabeza golpeara con un contenedor. Aturdido y mareado por el golpe, el adolescente gimió de dolor, sujetando su sien sangrante y levantando la mirada para saber quién era su agresor.

—Profesor... ¿Qué...? —La sucia risa del adulto indicaba todo, haciendo callar al chino para tragar saliva nervioso y asustado, y retroceder; aún en el suelo, chocando con la pared.

El hombre se iba acercando más él y sus ojos cada vez se abrían más, con las pupilas dilatadas por el miedo que estaba sintiendo.

—No, por favor...

Caminaba miserablemente

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Caminaba miserablemente. El dolor de su cuerpo era insoportable, tanto que tenía que cojear para poder avanzar sobre la nieve aguada que tanto odiaba. Empapado, ensangrentado. Sus ropas deshilachadas iban perdiéndose en el camino, dejando al frío penetrar en su organismo con crueldad.

Sabía lo que había pasado, lo que acababan de hacer con él. Se sentía asqueroso, sucio.

El estómago le ardía de dolor, sus pulmones, su pecho, todo. Lo que le recordaba que había luchado. Había luchado con todas sus fuerzas, ganándose así más golpes por todas partes, sin poder evitar el cometido del contrario y quedando inconsciente a los minutos.

Angel's Coffe, la cafetería que pudo divisar el pelinegro estaba a solo unos pasos. Un último esfuerzo y, por fin, pudo abrir la puerta del local, haciendo sonar la típica campanita. Una vez posó su pie en los suelos de este y cerró la puerta, se dejó caer al suelo agotado, pero sintiendo una extraña, pero inmensa paz interior, alivio por estar en un sitio cálido y protegido.

Levantó la mirada, un chico rubio se había aproximado hacia él con rapidez con una mirada de horror y tratando de llamar su atención. Pero Renjun no lo escuchaba, su cerebro y su cuerpo no respondían, sentía como tosía, manchando el suelo con la sangre que había salido desde sus pulmones. Sin embargo, él solo podía fijarse en las personas que estaban sentadas en los asientos de la cafetería, quienes lo miraban fijamente, sobretodo ancianos, de los que poco sabía y no había visto en bastante tiempo, o que ni siquiera conocía; unos con preocupación, otros frunciendo el ceño, otros simplemente mantenían su boca abierta, pero ninguno hacía nada, solo observar. Su vista comenzó a nublarse y sus ojos a cerrarse.

Negro.

holaa, vengo con otra historia renmin, esta no es una adaptación, sí es cien por cien mía y aaaa

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holaa, vengo con otra historia renmin, esta no es una adaptación, sí es cien por cien mía y aaaa

tenía mucha ilusión de hacerla porque la idea se me ocurrió de repente y enseguida empecé a maquinar como sería todo yyy hacía mucho que no imaginaba ni hacía una historia y realmente estoy emocionada con el resultado

espero que os guste mucho uwu

In a dream || RenminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora