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Los labios del chino temblaban, tratando de no sucumbir a la tentación. Sus frentes unidas, sus narices rozándose. Finalmente, después de tantos meses esperando el momento oportuno, Renjun tenía la oportunidad de probar los labios del chico que le había enamorado. El chico por el cual cumplía tres meses de enamoramiento, además de los dos en los que solo le gustaba y el anterior, cuando solo lo consideraba un amigo algo molesto. Seis meses conociéndose, tres meses deseando besarlo.

Renjun nunca había besado a nadie más que a su mejor amigo Jeno, y solo porque al menor le gustaba una chica y le había pedido ayuda al chino para aprender a besar. Él tampoco sabía, pero juntos, consiguieron aprender algo.

Aun así, esa situación no tenía nada que ver con la de ahora. Con Jeno no estaba nervioso, era su amigo y estaba planeado. Jaemin era el primer chico del que se enamoraba, no sabía qué sentía este por él y, joder, sí que estaba nervioso.

—Jun...

Tras segundos de indecisión que pasaron como horas, se lanzó con timidez, uniendo sus labios en un torpe beso, del que rápidamente se arrepentiría y se alejaría. Esperaba que después de eso, Jaemin se alejara de él y no le hablara jamás. Sin embargo, ocurrió algo totalmente diferente, pues el chico por el que llevaba suspirando tantos meses, atrajo el rostro de Renjun hacia el suyo, volviendo a besarlo con dulzura.

Ninguno de los dos sabía cómo habían llegado a esa situación, simplemente estaban en la casa del chino, viendo Up, la película favorita de ambos y, de repente, sus rostros estaban casi unidos.

Por la cabeza de Renjun pasaban miles de cosas al mismo tiempo, pero al único pensamiento que le prestaba atención, era al de querer a Jaemin sobre él, acariciando su piel denuda y besándolo con deseo.

Sin embargo, para Jaemin era algo diferente. Realmente, ni siquiera sabía por qué estaba besando al chino, simplemente, no había pensado. No obstante, las alarmas de que estaba haciendo algo incorrecto, invadieron su mente, haciendo que se separase del chico con un cosquilleo en sus labios.

—Junnie, debes saber algo... —Dijo después de tranquilizarse. Aunque Renjun no lo dejó terminar, sólo susurró un pequeño "shhh" antes de volver a besarlo con pasión.

Los meses pasaban con rapidez, Renjun sentía que con Jaemin el tiempo se pasaba volando, como si los tres meses que llevaban como pareja, hubieran comenzado el día anterior.

Aun así, lo único que podía hacerle creer a Renjun de que Jaemin no era un milagro de cualquier cosa que estuviese más allá, era el que, aun estando con él, había algo que estaba mal, que seguía sin responderse. Cosas que no lo dejaban tranquilo. Cosas que podían ser la causa de que nunca pudiera dormir ni sentir hambre. Después de descubrir, hacía meses, las quemaduras de Jaemin, sus heridas también habían comenzado a sangrar. Volvía a toser sangre y de su recto, también salía sangre a veces. Lo tétrico de aquello, era la falta de dolor. Aunque, a decir verdad, Renjun estaba seguro de que Jaemin era la causa de eso, que, al estar con él, se olvidaba de cualquier cosa mala o mal sentimiento. O eso quería creer, aunque cada vez había más cosas que se le hacían extrañas. Otra vez, quería negarse a sí mismo de que algo pasaba, por lo que siempre se repetía a sí mismo que era por lo que había pasado hacía tanto tiempo, que aún no estaba recuperado del todo psicológicamente y por eso se sentía así.

Iluso de él.

Iluso de él

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In a dream || RenminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora