-¿Eh?
-¿Eh, qué?
-Entonces... ¿Ahora chef de uno de los restaurantes más caros de Stohess? -Me preguntó Connie con un perrito caliente en la mano y una soda en la otra.
-Así es ¿No te sientes orgulloso de tu alma gemela? Te podré invitar al partido de basquetbol del fin de semana. -Comenté al tiempo que tomaba la mostaza para llenar mi perrito caliente y darle una mordida. Estábamos aprovechando el miércoles por la tarde para ponernos al día. Connie había llegado a Stohess pero había estado muy ocupado con el inventario dentro de la milicia.
-Veremos, Jean anda muy trabajólico últimamente, al parecer se lleva muy bien con Pieck. -Mencionó mi amigo antes de comer de su perrito caliente. Pieck Finger, militar de estrategias especiales. Había estado la mayoría de su vida en Marley hasta que la transfirieron a Stohess por su confiabilidad y excelente trabajo.
-Ah, déjame y lo convenceré, él debería también venir con nosotros, el trío SJC debe volver a sus andanzas como en la preparatoria. Además, ni me cuentes, con Eren trabajando con Historia y Jean siendo comandante en Stohess, Mikasa quiere tirarse del segundo piso de su casa. -Comenté como si fuera un chiste, pero no lo era, por las inseguridades ahora sufría el doble y por no tener los calzones bien puestos no se atrevía arriesgarse con Jean.
-Bueno, ella se lo buscó, hasta Armin piensa igual.
-Ya pero...
-Es la verdad Nana, por lo menos ella te tiene ahora acá, Armin con Annie trabajando desde el puerto no pueden verse siempre. Ya haces mucho por ella, la que debe actuar es Mikasa, no Jean, él también le entregó todo. -Dijo Connie, mi querido soulmate no pasaba mucho a Mika en temas del corazón, no le había gustado nada como Jean había sufrido por ella en la preparatoria.
-Ah, ya, ni son nuestros problemas, parecemos unas viejas metiches. -Dije con algo de molestia, le di la última mordida a mi perrito caliente antes de tomarme mi soda.
-Toda la razón, pero no hacemos daño con comentar las cosas. -Dijo a la vez que terminaba su comida y tiraba su lata de soda en el basurero al lado del carrito callejero en el cual estábamos situados a las afueras del cuartel militar.- Y dime Nana ¿Te vas a encargar de esa cena tan importante con ese menú?
A Connie le contaba todo, hasta las veces que iba al baño en el día o cuando me sentía todo del peor cuando Andrés me hacía la visita del mes, tanto así que lo tenía en mi casa viendo películas conmigo comiendo helado por doquier.
-Eso estaba pensando, tal vez debería evaluar hacerlo completamente distinto pero... -Quedé en silencio al recordar la sonrisa del rubio pijo tan bonito y amable, sí, había sido tan amable, honesto, había disfrutado de mis platillos. Recordé como estrechó mi mano con la de él, no quería sonar loca, no quería parecerme a las brujas de mi pueblo cuando se conectaban con la pachamama les decía que algo había ahí, pero es que era, fue, ah, no sé, algo bonito sentí. Pero no podía ser, un rábano recién fermentado no podía soñar con caviar de primera categoría.
-¿Nana?
-¿Eh?
-Ya, luego me avisas como te fue y a ver si te vas de putos con el caviar ese. -Bromeó dándome una palmadita en la espalda para comenzar a caminar de vuelta al cuartel.
¿Irse de putos con el caviar? Jamás, a él había que llevarlo a la cama con amor, y... Y si, tal vez luego de putos, pero no tenía el dinero, el cuerpo, ni las ganas de luchar por un recién conocido y quitarselo a la trufa desabrida de Lenz.
- o -
Jueves por la noche, siete de la tarde y yo ya tenía todo listo. Quería darme un tiro, salir corriendo de ahí, irme a mi pueblo en Trost y que mi padre me contara alguna historia sobre su caza de la semana.

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Rábano y Caviar
Fiksi Penggemar"El sueño de irse a vivir a la capital, cocinar platillos únicos y hacer feliz a la gente con mi comida, ese era mi propósito en la vida, pero ¿Cómo había terminado en un restaurante de lujo lavando platos? Vaya mentira que te dicen sobre las grande...