Vista al mar con una habitación solamente para mí, servicio a la habitación 24/7 y comida por doquier. Quién te viera y quién te ve Blouse.
El pasaje del tren fue pagado por el restaurante por lo que en cinco horas ya estaba bajándome del tren express, algo mareada por la velocidad de ese tren bala. Me escoltaron hasta el hotel de la franquicia de los Heidegger y me entregaron cada uno de los detalles a seguir, el itinerario de actividades y horario de comienzo de labor en las cocinas del hotel.
Todo iba perfecto, era de no creerlo, cuando llamé a mamá y a papá contándole cada uno de los detalles o tal vez espere hasta mis vacaciones para ir a visitarlos al pueblo.
Estaba pensando en trivialidades cuando mi teléfono sonó. Tomé la llamada sin mirar quién era.
-¿Diga?
-Señorita Blouse.
MIERDA QUE ERA NICCOLO ¿QUIÉN LE DIO MI NÚMERO? YELENA ME VENG-... Bueno, era información general al momento de rellenar el contrato, si era el jefe, podía saber hasta dónde vivía.
-Señor Heidegger, buen día. -Dije respetuosamente consciente de la jerarquía.
-Creo que ya podemos dejar las formalidades de lado, llámame Niccolo simplemente.
Te llamaré hasta en mi sueños así, caviar de ojos bonitos.
-Está bien, entonces también puede dejar de llamarme Blouse, me recuerda cuando mi padre me regañaba en mi adolescencia. -Dije con confianza y escuché una risa totalmente varonil al otro lado de la línea.
Madre santa, iluminame el camino porque tu hija está enganchada a un pijo con cero oportunidad.
-Sasha será entonces, te llamaba para saber cómo estabas y si está todo en orden en tu suite.
-Si, todo en excelente condiciones, esto parece un palacio.
-No tiene ni comparación, pero espero que sea de tu agrado.
-Muy de mi agrado, muy elegante todo.
-Me alegro... Entonces, nos vemos en la noche para la primera cena. Todo el éxito para ti, chef Blouse. -Luego de aquello me colgó.
¿Me deseo éxito? Sabe que soy la mejor.
Todo el hotel estaba predestinado para el evento de conferencias, cenas elegantes y momentos de ocio. Pero ahora, con jazz de fondo, conversaciones suaves, vestidos carísimos, perfumes con olores totalmente exquisitos, se daba comienzo a la primera cena de la cumbre de inversionistas.
Mi menú era con mariscos, la segunda noche sería con carne, tercera con pescado, cuarta con vegetales horneados y quinta noche el gran mar y tierra.
Podía ver todo tipo de personajes en el salón, ya que por ordenes de mi jefe, debía hacerme de saludos por la cena y que todos supieran la calidad de chef que se gastaban los Heidegger, cosas de gente rica.
-¡Sasha! -Me giré al escuchar mi nombre, a mi lado estaba Eren vestido de gala con su cabello amarrado en rodete perfecto.
-Eren, pero mírate cuanta elegancia ¿Y eso que estás por acá?
-Gracias, podría decir lo mismo de ti, pero el traje de chef es muchísimo más genial y honorable. -Comentó con una sonrisa antes de señalar el centro del salón, donde se encontraba Historia.- Mano derecha de la Reina, donde vaya ella, voy yo.
Mierda, Mikasa.
-Entiendo, deben tener muchos asuntos que atender esta semana.
-Si, pero gracias que Historia tiene un buen consejo para tomar decisiones y lo que es bueno para la isla.

ESTÁS LEYENDO
Rábano y Caviar
Fiksi Penggemar"El sueño de irse a vivir a la capital, cocinar platillos únicos y hacer feliz a la gente con mi comida, ese era mi propósito en la vida, pero ¿Cómo había terminado en un restaurante de lujo lavando platos? Vaya mentira que te dicen sobre las grande...