Contigo nunca acabo dónde quiero...
Eres lo primero y lo único en mi vida...
Pero a veces quiero que no sea así, me gustaría poder vivir sin necesidad de saber de ti.
No sé nada de ti, aunque las ganas de escribirte o de que te me cruces una noche y hablar contigo no cesan...
Apenas te ví en un sueño...
¿Qué me faltó?
No lo sé...
Ví las señales vi todo, lo presentía, pero no lo quería ver, quería pensar que eran problemas del entonces, que todo iba a ser como antes en algún momento...
Dime que me quieres, aunque sea querer dejarme ir...
Vete despacio, despacio para que pueda correr tras de ti, para que pueda alcanzarte y consigamos retroceder el tiempo despiadado que jugó con nosotros, que no me dejó dar el volantazo para cambiar nuestro rumbo...
El tiempo es un tren que persigue un destino...
Y el nuestro llegó a su estación.
Y este pasajero sangra sus palabras en versos que nunca escucharás, en llantos que no puedes consolar...
¿Cómo llegamos hasta aquí?
Si lo teníamos todo, me niego me niego a que todo esto este pasando...
Vivo presa en esas noches de historias interminables y de besos en las narices...
Las horas pasaban sin tenernos en cuenta...
Eramos tan iguales, eras mi complemento perfecto, o así lo sentía...
Estoy sentada en mi cama desde esta mañana, ya son las 5 de la tarde...
No tengo ganas de nada mas que de escribirte...
Creo que voy a dormir.
Tal vez así deje de llover...
