Quizás

Capitulo seis

—¿Que? —pregunté confundida levantando la cabeza para mirar al frente.

Titus suspiró.

—¿Cuál es la sutura ideal para heridas largas? —repitió mirándome expectante.

Fruncí el ceño.

Esas cosas ya las dimos hace tiempo, al mirar que iba en serio respondí.

—La más adecuada es una sutura continua, es ideal para heridas largas y rectilíneas sin tensión.

Entonces es cuando dice el verdadero motivo de tu pregunta.

—Os preguntaréis porque he hecho esa pregunta —todos asentimos mirándole atentos—Como ya sabéis este es el tercer año de medicina, lo que significa que empezaremos con las prácticas ya.

Tensé los hombros en cuanto terminó. Eso significa muchas horas en el hospital básicamente sirviendo de ayudante a cualquier figura del hospital. Al ser el primer año de prácticas somos títeres, hasta que no demostremos lo que valemos nos van a tratar de tontos.

Con todo lo que ha estado pasando este tiempo se me había olvidado esto, pero quiero pensar que estoy lista. Tener contacto con un paciente real. Hacer lo que de verdad quiero hacer, salvar a personas, y de nuevo es irónico porque soy yo la que más necesita ser salvada ahora mismo.

***

—Eso es genial Clarke, tengo muchas ganas de verte por los pasillos.

—Ya veremos si te sigue dando gusto en unos meses—respondí poniendo los ojos en blanco.

—Mientras no causes ningún problema creo que me seguirá dando gusto.

—Me portaré bien —dije poniendo cara de ángel—Al menos lo intentaré —susurré, no lo bastante bajo porque me fulminó con la mirada en cuanto terminé la frase.

—Haré como que no he oído nada.

Sonreí al ver su cara de fastidio.

—¿Ya has decidido en que te vas a especializar? —preguntó mirándome pacientemente.

—Cirugía general —contenté sin pensarlo dos veces.

—¿De verdad? —dijo sorprendida.

—Si —asentí.

—Muy bien —respondió con una sonrisa—Estoy muy orgullosa de ti.

—Gracias mamá —sonreí.

***

RAVEN

—¿Qué quieres decir con eso?

—Quiero decir que hay que animar a Clarke —repetí.

—Esas no han sido las palabras exactas —dijo mirándome entrecerrando los ojos.

—Bien, tal vez no lo he dicho así literalmente —respondí poniendo los ojos en blanco.

—Sabes que no podemos hacer eso...—me miró indecisa.

—Si que podemos.

—No ha ido allí desde lo de Lexa.

—Eso lo sé —dije obvia—Por eso mismo hay que llevarla ahí.

—¿Porque no la podemos animar llevándola de fiesta o algo así? —preguntó frustrada—Eso sería algo típico de ti.

Me pasé la mano por el pelo exasperada y suspiré mirando al cielo para pedirle paciencia a lo que sea que estuviera ahí arriba.