Capitulo tres

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Lexa había despertado por fin, y yo no podía estar más feliz. Aunque no recordara, ella estaba viva y iba a estar bien.

Sus padres han dicho que tampoco les recordó a ellos pero que pronto iba a ir a terapia para que la ayudaran a recordar.

Raven y Octavia estaban casi o igual de afectadas que yo, al fin y al cabo llevábamos juntas las cuatro desde los 6 años. Este proceso va a ser igual de difícil para todas, y creo que más para Lexa porque estoy segura de que todo el tiempo hace el esfuerzo de recordar pero no puede.

Me han dicho que de momento hoy no vaya nadie a visitarla porque necesita espacio para procesar todo ya que esto para ella es como volver a nacer. Con todo eso dicho ahora tengo que volver a clase.

Realmente estoy cansada y no tengo energías para soportar a Titus hoy, él es uno de mis profesores y no digo que no tengo energías para soportarlo porque es un amargado. Al contrario, es como un girasol feliz (así se describe a sí mismo). Le encanta hacer yoga, y bueno, lo que más llama la atención de él físicamente es que es calvo. Pero calvo calvo a lo literal, ni un pelo abajo o arriba. Su calva destaca porque cuando hace sol brilla más que la propia Beyonce. Siempre esta feliz y tiene como buenas vibras, y desde que todo esto ha pasado yo no he podido estar igual que él y a veces es un poco irritante con su aura. Creo que con todo eso que he dicho sólo hace falta decir que es gay.

—Clarke, una paciente de 72 años es remitida a urgencias tras padecer un síncope. Presenta hipotensión y dolor abdominal con irradiación lumbar. Se realiza TC abdominal con contraste intravenoso. ¿Cuál sería su diagnóstico y la actitud a seguir? —sé que me pregunta a mi porque no me vio concentrada.

—Es una aneurisma de aorta abdominal roto. Es una emergencia y la primera opción es tratamiento quirúrgico o endovascular —respondo.

—Respuesta correcta —sonríe—Sigue así amapola mía.

Yo solo me reí del apodo, parece como un pedofilo con esos apodos pero en realidad simplemente nos llama así sin ninguna otra intención. Por lo menos no hacia las chicas, los chicos ya es otra historia.

Exactamente en tres años ya estaré libre de todo esto, normalmente se tarda más pero haré dobles estudios para graduarme más rápido. Ventajas de que seas hija de una cirujana de alto nivel que ha estado toda tu vida hablándote de estas cosas.

El timbre sonó y salí dirigiéndome a la cafetería.
Octavia estaba sentada sola en una de las mesas, eso significa que a Raven aún no se le ha quitado eso de la gastroenteritis. Ahora mismo estará en el baño.

—Hola Clarkie —Octavia me sonríe y me hace sitio para ponerme a su lado—Tú te sientas al lado mío que no quiero tener gastroenteritis ahora mismo.

—Dice que le duele el culo de tanto cagar, quizás tengamos que comprarle un flotador de esos especiales para que se siente y no le duela —digo con una sonrisa burlona.

—No es mala idea no —opina también de manera burlona.

—Ya llegó por quién lloraban —Raven se sienta delante de nosotras y al hacerlo hace una mueca.

—¿Pasándolo mal Reyes? —Pregunto arqueando una ceja.

—Si, muy mal Griffin —Responde haciendo un puchero.—¿No tendrás tú algún consejo verdad?

—Me alegra que preguntes, porque si que lo tengo —contesto con malicia y veo como sus ojos brillan con esperanza.—Podrías comprarte un flotador ortopédico, eso normalmente se utiliza para las hemorroides pero estoy segura que estarás cerca de tener eso también si cagas cada dos por tres así como dices.

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