Universos Encontrados

Capitulo IV: La Mejor de las Opciones

Con Nick Wilde rondando por la estación los últimos días, Judy terminó acostumbrándose a su presencia. Los recuerdos de esa pesadilla terminaron en un rincón de su subconsciente, mientras enfocaba sus máximos esfuerzos en sus patrullajes e investigaciones asignadas. Poco a poco volvió a sentirse como ella misma, de nuevo en su "hábitat natural".

Pero un día, mientras volvía de una ordinaria ronda de vigilancia, las cosas volvieron a ponerse extrañas.

-Buen trabajo, Hopps- le comentó el Jefe cuando paso a su lado, camino a su cúbiculo.

-Gracias- respondió ella sin pensarlo. Pero apenas lo sucedido se proceso en su mente, volteó a mirarlo por encima de su hombro. No entendía el porqué de esa felicitación, si en realidad no había hecho nada muy distinto de lo que hacía comúnmente.

Y su confusión sólo aumentó conforme siguió avanzando. Varios de sus compañeros la detenían para expresarle sus felicitaciones, a lo que ella respondía con un gesto de extrañeza. Pareciese como si todos en la estación estuviesen hablando de ella, incluso aquellos oficiales a los que nunca les había hablado con gran confianza le dedicaban cumplidos. Cuando se topó con Ben y él también la felicitó, lo detuvo con una mano en su pecho para evitar que pasara de largo.

-¿Qué es todo esto?- le preguntó, cruzándose de brazos.

-¿Qué cosa?- Ben estaba obviamente confundido.

-Desde que llegué todos, incluso el Jefe Bogo, me han detenido para felicitarme y no tengo la más mínima idea de porque- soltó un resoplido de fastidio. -¿Acaso olvide mi propio cumpleaños o algo así?

Su amigo arqueó una ceja, limitándose a observarla incrédulo, como si estuviera procesando lo que acababa de decirle. Después de unos segundos pareció comprenderlo y se empezó a reír a carcajadas.

-¿Qué es tan gracioso?- preguntó, con la curiosidad atormentando sus pensamientos. -¡Dime ya que sucede!

-Perdona- exclamó Ben, recuperándose de su ataque de risa -, pero es que es muy cómico el hecho de que no lo supieras.

-¿Que no sepa que?

-¡Prácticamente te ascendieron y tu ni enterada!

-¿Ascenderme?- la chica arqueó una ceja, soltando una sonrisa torcida. -¡Pero que dices! Ambos sabemos que no es posible que me asciendan a detective, Ben; para eso necesitas un...

La realización la dejo congela y, por su expresión, Ben supo que ya había adivinado a que se estaba refiriendo; lo que provocó que el policía bonachón sonriera con genuina emoción.

-Oh, no...- dijo Judy con un hilo de voz.

-¡Oh si!- exclamó su amigo con entusiasmo. -¡Doble felicidades!- exclamó, abrazándola con tal fuerza que consiguió levantarla del suelo gracias a su delgada complexión.

-¡Espera, espera!- exclamó ella, forcejeando. Su amigo la soltó y observó atentamente, esperando a que hablara sin que se desvaneciera su enorme sonrisa. -¿Estas tratando de decirme que ese chico Wilde me eligió como su compañera de caso?- Ben asintió con efusividad. -¿Y cómo es que no lo sabía?

-Eso es lo que me parece extraño- comentó el chico, ladeando ligeramente la cabeza con gesto pensativo. -Apenas esta mañana, el agente Wilde le comentó al Jefe de su decisión y le aseguro que estabas al tanto.

-¡Pero si hoy me toco la patrulla matutina!- Judy se llevó una mano a la frente, incrédula. -¿Por qué diría algo como eso? ¡No me ha dirigido la palabra y mucho menos me ha preguntado nada!

-Tenía que estar seguro que no pudieras negarte- esa voz a sus espaldas le provocó un escalofrío, provocando que apretara sus puños con fuerza. -Tranquilo Ben, yo me hago cargo de su ira desde ahora.