Cuando se detuvieron frente a un callejón cualquiera del centro de la ciudad, Judy le lanzó una mirada cuestionante a su compañero.
-Confía en mi, Zanahorias- dijo Nick mientras desabrochaba su cinturón de seguridad. -Es justo lo que necesitamos.
Lo dejó adelantarse, observando cómo se dirigía a una salida de emergencia y tocaba varias veces. Tras unos segundos se abrió y Nick volteó a mirar a donde estaba su compañera.
-¿No vienes?- preguntó con seriedad.
-¡Sí!- respondió ella de inmediato, apresurándose a alcanzarlo.
Él observó atentamente cada uno de sus movimientos e incluso abrió la puerta para ella, mientras Judy parecía una pequeña perdida al avanzar por ese pasillo vagamente iluminado.
-¿Dónde estamos?- preguntó, volteando a ver a Nick mientras él revisaba los alrededores antes de cerrar la puerta.
-Solo visitamos a un viejo conocido- respondió con un tono casual mientras pasaba a su lado y se adelantaba, dejando a la chica más confundida que antes, mientras se limitaba a verlo avanzar y soltaba un suspiro de resignación.
-Conoces del bajo mundo...- dijo para sí mientras observaba a su compañero de espaldas. -¿Por qué no me sorprende?
Lo siguió con pasos cautelosos, manteniéndose atenta a todos los sonidos de los alrededores. Sin embargo, su mirada seguía clavada en Nick, como esperando de esa forma poder descifrar algo de su enigmática mente.
-¿Fuiste un delincuente?- la pregunta se le escapó de los labios antes de poder procesarla del todo.
Nick la miro por encima del hombro arqueando una ceja, como si no comprendiera de que estaba hablando. Judy sintió que los colores se le subían al rostro y bajo la mirada, dándose un golpe mental por su imprudencia.
-¿Eso importa?- el tono frió de su respuesta hizo que rehuyera de su mirada aún más.
-¡No!- exclamó ella de inmediato, deteniéndose en seco. -Solo... olvida que pregunte eso, ¿sí?
Se dispuso a seguir avanzando, pero Nick la sujeto por los hombros, impidiendo que siguiera de largo. Judy se quedó en silencio, esperando que él fuese el primero en decir algo. Tras unos segundos de penetrante silencio, él soltó un suspiro.
-¿Confías en mi?- hablaba, mirándola a los ojos fijamente. -¿O es qué me tienes miedo?
Judy se quedó petrificada en su sitio. Tenía todo un torbellino de pensamientos sin orden en la cabeza: una disculpa, un repelente, una droga que volvía salvajes a los depredadores, un teleférico, un pequeño zorro con un bozal y las ilusiones rotas en mis pedazos.
-No- su voz reaccionó de nuevo por si sola, pero esta vez para bien. -Jamás podría tener miedo de ti- le tomó una de las manos que permanecían firmes sobre sus hombros. -Temo por ti, y eso es algo completamente diferente. Me preocupas.
Por un momento Nick no supo que decir. Se quedó observándola como si le hubiese brotado un tercer ojo, pero no pudo evitar que se le escapara una diminuta pero significativa sonrisa.
-Eres demasiado sentimental, Zanahorias- dijo para molestarla, relajando el ambiente. -Tranquila, no me pasara nada. Solo necesito hablar con un viejo amigo.
Judy asintió, optando por permanecer en silencio hasta que llegasen a donde sea que fueran.
Al final del pasillo en semi-oscuridad se encontraron con otra puerta, muy parecida a la primera que atravesaron. Al solo poder abrirse por dentro, Nick llamó a la puerta 3 veces y dio unos pasos atrás, como si se tratase de una antigua señal secreta. En menos de un minuto, un hombre de baja estatura y gesto serio les abrió, observándolos con desinterés.
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Universos Encontrados
ActionTras despertar de una extraña pesadilla, Judy no puede dejar de pensar al respecto: ese mundo donde todos son animales la confunde. Y es imposible concentrarse en algo más cuando tal parece que, en este y el otro mundo, su camino esta destinado a cr...